King In The Dark.

Capitulo 20

Ahora que ya era rey cambiaría todo, lo primero sería cambiar a el consejo real. La mayoría estaban de acuerdo a excepción de la reina y de sus fieles servidores. Lo siguiente sería las relaciones con los demás reinos quería intentar tener una relación más cercana con cada uno de ellos. También era muy importante seguir inovando y haciendo cambios significativos para la gente. Por eso se ordenó la construcción de Hospitales, Colegios y centros de recreación para niños y jóvenes, geriátricos para las personas mayores.
Todo debía estar en perfectas condiciones. Sus amigos estaban muy orgullosos de las labores del Rey desde que había salido a hablar con ellos para mostrarse como realmente era. Sabían que su mandato pasaría a la historia.
Su Magestad se preparaba para salir a saludar a los niños y personas que esperarban su recorrido habitual cada mañana.
La reina había entrado en su habitación.
Reina Anna: Vaya tan hermoso para salir a mezclarte con esa gentuza.
Buenos Días para ti también madre. Lamento mucho que el desayuno haya Sido el motivo de tu incomodidad está hermosa mañana.
Reina Anna: Puede que ahora seas un rey pero yo sigo siendo la que te dió la vida, conoces muy bien lo que pienso sobre tu proceder. Quiero que entiendas algo querido hijo nunca olvides que estás paralítico no importa si les prometiste un lugar mejor.... Jamás aceptarán un rey que no tenga todas sus facultades para gobernar porque no te tomarán encerio.
Lárgate.... Vete de aquí ahora mismo. VETE DE AQUÍ. 
La reina se fue de allí dejando solo.
Lloro con fuerza mientras iba hacia su cama se sentó y comenzó a desvestirse con rapidez, se fue hasta el baño y se metió en la bañera abrió la llave y está comenzó a llenarse el calor del agua lo cubrió y mientras lavaba su cuerpo pensaba una y otra vez en las palabras de su madre. Al salir de la bañera siendo cubierto por una toalla volvió a su cama.
Abrió aquel cajon dónde estaba todo aquello que utilizaba en secreto para calmar su ansiedad y sus emociones. Después de unas horas regreso al baño para limpiar y esconder las heridas de su cuerpo.  Volvió a dejar todo en su lugar para que nadie encontrara ese cajón que guardaba la forma más ridícula que había encontrado para escapar de sus sombras.
porque no eran las heridas de sus piernas y manos las que le dolían. Eran las de su alma las de su mente que le repetían una y otra vez que no debía existir que no había lugar para el en el mundo.
Volvió a la cama tomo su medicamento para dormir y termino de ponerse la pijama con unos guantes para calentar sus manos y esconder su dolor. Poco a poco las pastillas empezaron a hacer efecto en medio de lágrimas tristeza y miedo logro quedarse dormido.