Capitulo 10

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Al Día Siguiente.
No había conseguido cerrar los ojos, estaba acostumbrado a ser un Principe, lo que quería decir que no puedes mostrar tus puntos débiles porque tus enemigos lo usarian para hacerte perder.
Fue la primera vez en la que el Principe derramó lágrimas que se transformaron en irá, miedo, dolor, frustración en todo aquello que calló para no perturbar a los demás.
La noche se estaba convirtiendo en algo más que solamente algo placentero se estaba volviendo adicto a la oscuridad, a la soledad pero el no veía nada de malo en ello. 
No podía mentirse, todos sus pensamientos eran deprimentes
Por eso sin pensar demasiado tomo decisiones y no se dispuso a pensar en las consecuencias.
Estando en su cama lo pensó, ya no había nada más para el.
Abrí el cajón de mi mesa de noche y tome el frasco de calmantes que estaban allí junto a otros frascos de los que ahora mismo no recuerdo el nombre.
Cuando las tenía todas esparcidas sobre mi cama, decidí sentarme en el borde de la misma, durante varios minutos me dedique solo a observar después recogí algunas con mis manos.
Entiendo que esto no es correcto pero no quiero complacer a todos aquellos quienes quieren todo de mi.
Nadie vendrá a liberarme de esta oscuridad, solo ella es quien entiende como me siento ahora.
Solo quiero que la corona caiga al suelo y me deje ser libre.
El principe junto algunas de las pastillas, tarea que fue difícil de hacer ya que la visión borrosa provocada por las lágrimas no ayudaba demasiado. Antes de consumirlas las miro fijamente. Algo le decía que debía detenerse pero el dolor era quien manejaba la situación.
Sin pensar más consumió las pastillas tomo un vaso con agua para terminar su cometido.  Debido al gran esfuerzo que había hecho anteriormente no tuvo fuerzas suficiente para acomodarse en la cama.  Para después caer de espaldas sobre la cama, con su mirada llena de lágrimas y respiración lenta cedió ante los esfuerzos de su cuerpo aún  cansado, cerro los ojos lentamente.
Allí permaneció sin que nadie preguntara por el.
Pero eso cambio rápidamente cuando el rey se percató de que el plato que contenía el almuerzo de su hijo todavía seguía en el carrito de comida, pregunto a los sirvientes estos contestarían que el Principe posiblemente estaría leyendo algún libro o tal vez se estaba dando un baño ya que no obtuvieron respuesta cuando fueron a llevarle la comida.
El rey tenía un mal presentimiento.

King In The Dark.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora