King In The Dark.

Epílogo.

Cuatro Años Después.
Nathan: Hijo ¿Ya estás listo? Debemos irnos ya o tal vez no alcancemos a llegar.
Si ya estoy listo... Vamos.
Nathan: Estoy muy orgulloso de ti... Después de todo lo que has pasado no dejas de tener un alma bondadosa y lo que vamos a hacer es una muestra de que tú corazón sigue siendo puro.
Se abrazaron y salieron del palacio, hoy era un día muy importante. Pero antes de salir el rey le entrego algo que había pasado de generación en generación.
Una daga de plata con incrustaciones de zafiros, la cual era llamada : La Daga De Las Sombras. Y aquel objeto contaba con Magia ya que contaba con un poder especial.
Pero luego de tantas cosas volverían a estar frente a frente madre e hijo.
Dónde se encontraba Anna era una prisión de máxima seguridad y era donde llegaban todo tipo de criminales que pagaban condenas por delitos en contra del reino o de sus gobernantes.
El rey llegó a la sala de espera en su silla de ruedas, debido a el daño que su madre realizó el medicamento lo había perjudicado y las posibilidades de tener la movilidad de antes habían desaparecido ahora dependía de alguien permanentemente.
Nathan se levantó y saludo como siempre pero se retiro, no quería estar frente a Anna y mucho menos después de todo lo que sabía de ella.
Dejo a su hijo frente a su madre y se retiro del lugar.
Claro que había cambiado ya eran visibles sus signos de vejez su cabello ya no era rubio sus ojos más oscuros de lo que fueron alguna vez.
Anna: No pensé que quisieras volver a verme después de todo el daño que te cause.
Eres la mujer que me trajo al mundo y si me lastimaste profundamente pero eso no quita mi deber contigo.
Anna: Lo que hice en tu contra no tiene perdón pero en estos cuatro años no he podido darte las gracias por no haberme dado el castigo que merezco.
Por más que hubiera querido devolverte todo eso, mi corazón nunca me ha permitido dejarme llevar por el odio no puedo yo no seré quien debe juzgarte y estoy aquí frente a ti para despedirme.
Anna bajo la mirada y unas gotas empezaron a quedarse sobre la mesa.
No pienso volver a hacer esto.  Vine a dejar paz en ti porque hoy te doy mi perdón desde lo más profundo de mi corazón. No te guardo rencor así que puedes estar tranquila, voy a estar al pendiente de cualquier cosa que llegues a necesitar.
Adiós Mamá.
El rey se fue de allí junto con Nathan y Marck quienes lo esperaban afuera.
La Guerra había terminado.