Nuestro Peligroso secreto

CAPÍTULO 1:El Regreso: )

LAYLA:

-Señorita Edwards ¿cómo se encuentra? Hace mucho que no le veía por aquí.

-¿Encontraron al hijo de puta que mató a mi tío?.

Como si siquiera me importara la muerte de Emilio, antes agradezco que lo hayan matado.

-No mi Señora aún no hay señales sobre el hombre que mato a nuestro señor--Toma un pañuelo mientras sale uno que otro sollozo de su garganta.

Lo venera como si fuera un dios, cuando en realidad el fue un malnacido en la vida de mierda que creo.

-Diles a todos que anuncien que La Emperatriz pagará 20.000.000 millones de dólares a quien dé información sobre el hijo de puta que lo mató.

Finjo qué me importo su muerte.

-Muy bien mi Señora muchas gracias le diré a todos que la Emperatriz pagará 20.000.000 millones de dólares a quien dé alguna pista sobre el que mató a mi Señor Emilio -Habla la mucama con una gran sonrisa alentadora y con tanta tranquilidad la cual me empieza a desesperar.

-Mientras tanto que programen el funeral para mañana en la mañana quiero salir de esta mierda rápido.

-Esta bien mi Señora.

-A la ceremonia solo ira mi clan y el clan que era de él--El Clan que heredare por desgracia---y  la Vieja Guardia, nadie más ira.

Claro como si siquiera quisiera tener un Clan, ni siquiera me interesa.

-Pero señorita a su tío le habría gustado que fueran todos sus socios.

-Que mierda no entiendes Josefina solo iremos los de la Vieja Guardia y mis Clanes, nadie más iría, ahora vete.-Habló con tono firme que le avisa que ya me estoy cansando.

Casi el tono firme con el que siempre fingía en esta casa.

-Sí, mi Señora.

Me tiene harta tanta mierda.

Me tiene harta esta actuación de que el viejo me importaba.

-Josefina avísale a Martín que prepare el auto.

-Mi señora desea que los escoltas la acompañen.

-No Josefina, solo dile a Martin que saldré.

-Esta bien mi Señora.

Josefina salió de la habitación por fin después de tanta mierda, el maldito murió.

Bajo las escaleras para llegar al parqueadero, antes de salir Martín me saluda con una gran sonrisa.

-Mi Señora ¿Cómo está?, ¿Mi Señora va ha salir?

-Si, ¿Por qué?

-Mi Señora los escoltas la esperan, recuerde que mañana es la gran noche lo que significa que obtendrá lo que siempre espero; el cartel de las Cobras.

¿Por que piensan que eso me importa?

¿Por que creen que eso es lo que quiero?

---Los escoltas se quedaran esperando saldré sola, iré con Emma ha un bar así que no necesito los escoltas.

-Señora por lo menos deje que yo y otros dos escoltas la acompañen.

-Marcos se defenderme, por algo me llaman La Emperatriz ¿no crees?

Esa es la estupidez más grande que puede haber dicho, pero si logrará que Marcos no se preocupe lo diré las veces que sean necesarias.

-Mi señora se lo suplico, permita que yo y otro escolta la acompañemos.

No entiendo cual es el interés de todas las personas en esta casa, por un cartel que lo único que ha hecho es destruirlos.

¿Por que la lealtad a Emilio?

¿Por que Venerar los como si fueran Dioses?

¿Por que si quiera llorar su muerte?

Son cosas que aún a mis veintidós años no logro entender, y siento que jamás entenderé este Cartel.

-Bien Marcos solo por esta vez ganas---Lo tranquilizó apartando mis pensamientos centrandome en lo que debo hacer---Quiero que sean discretos los quiero lejos pero alertas a cualquier movimiento... y lo más importante si él llama dile que estoy dormida, por nada del mundo le digas la verdad.

-Muy bien Mi Señora, ¿y si me pide que la despierte?

---Él no lo hará, y en dado caso que lo haga dile que tome pastillas para dormir ---Tomo aire rogándole a todos los Dioses que él no llame...

Y sin decir más me dirijo al nuevo bar que inauguraron esta noche, Emma estuvo insistiendo durante horas, y aunque toda esta mierda me agobie necesito un respiro de todo ésto .