Capítulo 17: Muñeca ...

29 3 0
                                    


Layla:

-Lay...

Escucho como una voz me llama en la lejanía pero estoy demasiado cansada como para prestarle atención así que me remuevo en un espacio incómodo.

-Lay...

Una mano toca mi hombro,mientras yo murmuró algo con pereza.

Mis ojos se abren con lentitud y la luz del sol golpea mis ojos así que instintivamente los vuelvo a cerrar.Los intento abrir de nuevo solo que está vez los abro acostumbrarme a la luz del sol.Mi cuerpo se intenta acomodar al lugar en el que estoy pero duele al intentar estirarse.

¿Dónde estoy?

¿Por qué estoy en un auto?

Mi cuello duele como los mil demonios y ni hablar de mi espalda.

Los recuerdos de la noche de la noche anterior regresan como un rayo de sol,las manos de Eros sobre mi cuerpo,y no solo sus manos vuelven a mí, también vuelve lo que pasó en el baño de mi habitación,sus labios sobre los míos.

¿Por qué carajos le conté la verdad sobre Ava ?

¿Por qué le dije la verdad sobre Hugo?

Eros tiene una forma extraña la cuál te genera confianza para hablar sobre cosas que duelen aunque no sea experto en eso, note como su cuerpo se tensiono mientras yo le contaba toda la mierda de la que he intentado huir.

-¿Lay?---Esta voz me regresa a la realidad.

-Um?

-Mierda Lay ven-Dice Em mientras me toma de la mano y me saca del auto y empieza a correr conmigo.

-Hey ¿Qué pasa?---Digo mientras intento soltarme porque estoy apunto de caerme.

-Eros...

-Em qué pasa con Eros-Es hay donde noto su cara de preocupación y rabia.La preocupación en mi voz es notable,el miedo crece en mí de nuevo como hace mucho no lo sentía.

-Lay Tranquila está en la bodega no te...-Señala una bodega gris y antes de que pueda darme cuenta mis piernas se mueven solas y empiezo a correr en la misma dirección a la que apuntó Emma.

A medida de que mi cuerpo se acerca a aquella bodega los gritos desgarradores de un hombre se hacen cada vez más fuertes.Puedo sentir como cada músculo de mi cuerpo se tensiona,mi corazón se acelera y el miedo a que sea Eros crece en mi cuerpo.

-¡Lay!---Escucho como una voz me llama pero no puedo parar de correr todo el sonido a mí alrededor se va disminuyendo hasta ser apagado.

Empujó la puerta de aquella bodega con todas mis fuerzas.La poca luz de la bodega parpadea quitando la claridad de mí visión.Puedo ver el momento exacto en el que el puño de de alguien choca fuertemente contra la mandíbula de un chico de contextura delgada.La sangre salpica el piso de concreto y un grito desgarrador abandona mi garganta cuando una varilla choca contra el abdomen del chico fuertemente se escucha el grito de aquel chico el sonido de sus costillas rompiéndose una por una.

Los ojos de los hombres que lo golpean-Aunque en realidad solo había uno golpeando al chico mientras la otra personas solo se reía por los gritos de dolor de aquel chico-Vuelven hacia mi dirección .

El hombre que golpeaba al chico se detiene y viene corriendo hacia mi dirección y es hay donde puedo ver claramente su rostro y la sensación de alivio se instala en mí, todo mi cuerpo se relaja en cuanto sus grandes manos sostienen mi cara mientras frunce su ceño y su mirada confusa me escanea.

-¿Qué pasa nena?---Sus manos no se apartan de mi rostro---Ey nena mírame-Gira mi rostro para que lo mire ya que estaba mirando el cuerpo del chico tratando de recuperar el aire, mi mirada se posa de nuevo sobre él mientras me da una mirada de preocupación y con su pulgar limpia las lágrimas que ni siquiera sabía que tenía.

Nuestro Peligroso secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora