Mi sexy padrastro |𝐉𝐤 + [Completa]

30. Capítulo

Maratón
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Jungkook;

Hice que ella se arrodillara en el piso y tenerla a mis pies me encantaba. Nara me miraba desde su posición y yo sonreí ladino, bajé mi pantalón y ella abrió sus ojos como platos cuando mi polla salió erecta.

— Estás loco — Susurró mirando mi polla — No soy segunda opción de nadie Jeon, así que...

— Shh — La silencie poniendo mi polla encima de sus labios — Se que no eres segunda opción de nadie y yo no te veo así. Pero tú sabes que lo que va a pasar es algo que ambos queremos.

Sonreí ladino ante su silencio. Agarré la base de mi polla con mi mano derecha y con mi otra mano empuñe el cabello de Nara, su boca se abrió ligeramente y luego suspiró. Golpeé su mejilla con mi polla y ella se mordió los labios.

— ¿Te gustaría que folle esa linda boca? — Pregunté con voz ronca.

— No — Mintió descaradamente y yo reí.

— Cómo quieras — Empecé a masturbarme frente a sus ojos — Joder, Nena — Gemí provocándola.

Nara tragó en seco y yo sonreí malicioso al verla. Hice que ella se pusiera de pie y luego la tiré a la cama haciendo que ella gritará en sorpresa. Ella quedó boca abajo dejándome a la vista su redondo y blanquecino trasero. Rompí aquellas bragas y mordí mis labios al ver su intimidad mojada.

— Me debes unas bragas.

— Te compraré una tienda entera si quieres — Agarré sus caderas y hice que quedará en cuatro.

Separé más sus piernas y su redondo trasero quedó levantado dejándome ver aquella intimidad. Nara me miró por encima de su hombro y yo le lancé un besó haciendo que ella ponga los ojos en blanco. Me arrodille en el frío piso y luego agarré los muslos de Nara, dejé besos húmedos en sus piernas y luego en sus nalgas haciendo que ella suelte suspiros entrecortados. Enterré mis dedos en sus nalgas y las apreté con fuerza, acerqué mi rostro a su intimidad y luego pase mi húmeda lengua por su intimidad haciendo que ella suelte un gemido.

Di lamidas a su intimidad y succioné sus labios mayores haciendo que ella suelte jadeos. Adentré mi lengua a su hendidura y ella gimoteó entrecortada. Me encantaba hundir mi rostro entre sus piernas y me encantaba devorar aquella intimidad rosada. Su olor y sabor me volvían loco y no era suficiente para mí.

Si fuera por mí, me quedaría horas hundido entre sus piernas.

— ¿Te gusta como devoró ese lindo coño?.

— S-si, que rico, sigue así — Sonreí socarrón al escuchar su voz agitada.

Me hundí de nuevo entre sus piernas y devoré aquella intimidad sacándole gritos de placer. Adentré dos de mis dedos y gruñí por lo apretado que estaba su interior. Hice mi trabajo allí por varios minutos en donde aprecié escuchar sus hermosos gemidos de placer. Besé sus nalgas y luego me reincorporé, azote sus nalgas con fuerza y ella jadeó al sentir mis manos. Con cada azote que le daba, sus nalgas iban quedando marcadas de un rojo hermoso.

Restregué mi polla contra su intimidad y ella gimió, quería provocarla y que ella me pidiera que la follara. Azote sus nalgas con fuerza y ella dió un brinco en su lugar.

— Por favor, daddy — Gimoteó y yo sonreí ladino — I want you to fuck me daddy, please fuck me hard. — Sonreí mucho más al escucharla suplicar.

Ella lo quería, quería que yo la follara duro y me lo estaba suplicando. Agarré mi polla y me adentré de una sola estocada haciendo que ella grité y que empuñe sus manos, aquellas manos que se encontraban atadas a su espalda baja. Me aferré a su pequeña cintura y empecé a embestirla con profundidad, con rapidez y con rudeza. Mis embestidas eran agresivas y le metí toda mi polla haciendo que grité con fuerza, pero aquellos gritos eran porque ella lo estaba disfrutando.