Guantes
Porque esos guantes eran un tesoro sin importar lo viejos y rotos que estuvieran
Pasado
La primera y única navidad que TN pudo pasar con sus compañeros de clase y con Eri les regaló a todos unos guantes hechos a mano, aunque a la niña los suyos le quedaban grandes
— No te preocupes, Eri-chan, sabía que serían un poco grandes — Afirmó ella sonriendo y luego tomó las pequeñas manos de la niña — Cuando puedas ajustarlos así... — Tiró un poco de las correas y estos se encogieron, pero seguían quedando grandes —... Y te queden significa que puedes empezar a entrenar si quieres ser una heroína — Sonrió dulcemente — Hasta entonces puedes usar estos — Le dió unos guantes de su medida que eran más delicados
— ¡Sí, seño- — Dijo la niña y luego sacudió lla cabeza recordando las palabras de la chica
« — No tienes que ser formal, Eri, puedes llamarme TN o TN-Neesan o sólo Neesan — Sonrió tratando de darle confianza a la niña y esta asintió
— Está bien — Sonrió con inocencia y TN la abrazó dulcemente llevandose muchos de sus miedos »
— ¡Sí, Neesan! — Sonrió alegre haciéndola congelar y luego sonreír conmovida para abrazarla
— Cuando seas más grande, si de verdad quieres ser una heroína siempre haré guantes para ti — Dijo dulce y luego la agarró de los hombros alejándola — Pero no es algo obligatorio, si quieres ser bombero o doctora o contadora o modelo, igual haré algo para ti — Afirmó tratando de no presionar a la niña y esta rió
— Está bien, Neesan — Sonrió Eri
Futuro
— ¿Eri-chan, por qué siempre llevas esos guantes contigo? Son pequeños y se ven viejos y gastados — Dijo una de las compañeras de la chica mirando aquellos guantes que estaban colgando de su mochila encapsulados en algún tipo de gel
La chica recordó aquel tiempo cuando era tan solo una niña, aquella dulce voz y amable sonrisa que le regaló esa chica que no pudo verla crecer, recordó que luego de su funeral usó esos guantes cada día hasta que dejaron de quedarle, nunca le importó lo viejos o gastados que se veían, porque fue TN quien se los regaló y ella quería recordarla siempre; y, cuando dejaron de quedarle, lloró pero Deku los lavó y mandó a encapsular para que pudiese tenerlos con ella cuando quisiera.
— Mi Neesan me los dió — Afirmó ella terminando de cambiarse a su traje de heroína — Fue de los pocos regalos que me dió antes de morir — De su cuello colgaba aquel collar de roca volcánica el cual metió dentro de su traje
— Perdona, no quise ser cruel — Dijo la chica rápidamente
— Descuida — Dijo ella sonriendo mientras se colocaba aquellos guantes que TN le había dado, esos que ahora le quedaban aunque necesitaba ajustarlos un poco — Sé que están gastados, son una prueba de que los usé y que los tenga conmigo es prueba de que tanto los guantes como mi neesan significaron y aún significan mucho para mí — Afirmó viendo los guantes en sus manos con cariño, su familia los había llevado a un lugar y ahora eran prácticamente indestructibles así que podía usarlos en su traje con libertad
Ambas chicas salieron de los vestidores para ir al entrenamiento con el viejo Cementoss-sensei, este saludó y comenzó con el entrenamiento. Eri sería una heroína, quería salvar a otros como Mirio, Deku, TN y su papá hicieron con ella.
— ¡Eres muy lento, Kota de mierda! — Gritó adelantandolo
— Exclamó la princesa — Suspiró Aizawa llegando al lugar justo para escuchar eso
Por supuesto, Eri era discipula de Eraserhead, Deku y Shoto, pero también de Dynamigth.
Y el último era su profesor favorito.
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Mi Hermanita
FanfictionRelatando pequeños escenarios en los que ella estuvo allí, pasado y presente de lo mismo