Mi Hermanita

Regresé, Aizawa-sensei

Regresé, Aizawa-sensei

Porque TN siempre le avisaba a su profesor favorito cuando regresaba para que no se preocupara por ella

Pasado

La chica había regresado de un día de guardia bastante duro, aún así se dirigió primero al edificio de su profesor y tocó la puerta a sabiendas de que este estaba despierto, él abrió y la dejó pasar para servirle agua, ella tomó y dejó el vaso en la mesa.

— Regresé, Aizawa-sensei — Afirmó con una enorme sonrisa antes de desestabilizar por lo que el pelinegro tuvo que sostenerla.

— Deberías descansar, no venir aquí — Afirmó él llevándola al sofá.

Esa estudiante siempre hacía eso, siempre iba a su lugar para avisarle que había regresado sana y salva, le hacía sentir que era su hija, aunque claramente ella tenía su verdadero padre y él ahora cuidaba de Eri.

— Aizawa-sensei siempre se preocupa por nosotros, lo mínimo que puedo hacer es avisarle que regresé con vida — Dijo ella con dificultad, en ese momento el pelinegro notó sus heridas y la sangre que aún estaba fresca.

— Llamaré a Recovery — Dijo rápidamente preocupado, la enfermera fue y atendió a la chica, sus heridas no eran graves, pero el cansancio físico era notorio así que la llevó cargada a la habitación de invitados — Debiste ir directamente a la enfermería o a descansar — La regañó aunque la chica estaba prácticamente inconsciente.

— No hubiese llegado, además quería que Aizawa-sensei supiera que regresé, siempre se lo digo y si no hubiese llegado estaría preocupado por mí — Sonrió entre su inconsciencia mientras el pelinegro la cubría con una manta.

El pelinegro suspiró y sólo atinó a enviarle un mensaje al hermano de la chica diciendo que ella estaba bien, que pasó a avisar que regresó y se había quedado dormida mientras hablaba. Se quedó la noche entera pensando que tal vez así se hubiese sentido tener una familia propia, pues sus estudiantes para él eran como sus hijos, sobretodo la chica, era como su hijita.

— Regresé, Aizawa-sensei — Murmuró claramente entre sueños y él se conmovió un poco.

— Descansa, TN — Acomodó su cabello y dió un beso en su frente recordando enseguida que eso estaba mal visto en los acercamientos entre estudiantes y profesores, simplemente lo dejó ser, tocó la frente de la chica y fue a su propia habitación donde lo esperaba su pareja.

— ¿Cómo está TN? — Preguntó el rubio algo preocupado.

— Está bien, él cansancio la noqueó — Explicó acostándose a su lado.

— Entonces mañana haré un desayuno que los llene a los 3 de energía — Aseguró determinado y el pelinegro sonrió.

— Es una buena idea — Afirmó y tras un beso ambos se acostaron a dormir.

Futuro

— Disculpen la molestia — Dijo la joven mujer cuando aquellos profesores le ayudaron a llevar sus maletas al edificio que ahora compartían — No quería invadir su espacio de pareja — Mencionó avergonzada.

— Tú... ¿Cómo lo... — Antes de terminar a joven se encogió de hombros con una risa avergonzada.

— Es como si fuera otro quirk, pero según estudios no lo es. Puedo ver sentimientos y todo este lugar está lleno de amor — Sonrió mirando al rededor.