Eri-chan

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Eri-chan

Porque desde el principio ella quiso proteger a la pequeña Eri-chan


Pasado

— Eri, ella es TN, estuvo el día en que te sacamos de ese lugar — Presentó el peliverde a su novia, sólo que no le dijo a la niña que era su novia.

— La conozco — Dijo la niña algo tímida y TN se agachó a su altura.

« — Eri-chan, escúchame bien, no regreses ahí — Dijo respirando con dificultad — Toma mi mano, yo te protegeré — Extendió la manos hacia ella pero la niña retrocedió, ya había escuchado las palabras de ese hombre horrible y no quería que nadie saliera herido por su culpa »

— Hola nuevamente, Eri-chan — Sonrió la chica — Es un gusto volver a verte, ahora con una linda sonrisa — Tomó con suavidad su mejilla y la niña se sintió bien.

— Un gusto, señorita — Dijo ella con dulzura.

Esa niña le hacía querer protegerla.




Futuro

— Disculpen que sea curiosa ¿Quiénes son ellos? — Preguntó viendo una foto enmarcada donde estaban ellos 2, Eri, Shinso y Bakugou TN. Era como una foto familiar, los 2 adultos hasta atrás, los 2 chicos frente a ellos y Eri al frente del todo abrazando a sus "Hermanos"

— Ella es Eri, es mi hija adoptiva — Señaló el pelinegro y el rubio lo corrigió con "Nuestra" — Nuestra hija adoptiva — Se corrigió sonriendo — Se gradúa este año. El chico es Shinso Hitoshi, mi "Discípulo", por decir de algún modo, actualmente es un héroe profesional. Y la chica era nuestra estudiante hace años, lastimosamente murió en la guerra antes de poder graduarse — Suspiró.

— ¿Ella es la persona que dormía en mi habitación? — Preguntó sorprendiendolos pero asintieron — Me parezco un poco a ella ¿Es por eso que siempre me miran melancolicos? — Preguntó con suavidad y Aizawa tomó la fotografía para sentarse en el sofá.

— Ella fue más que una estudiante, era como una hija, era esa clase de personas a las que no puedes evitarle entrar en tu corazón; no importa cuanto intenté evitarlo, hizo que la amara como a una hija — Apretó aquel portarretratos y Mic colocó una mano en su hombro — Su muerte aún duele, aunque tal vez la que más se culpó fue Eri — Suspiró — Su quirk le permite controlar el tiempo en las personas, tal vez si ella lo controlara bien en ese momento podría haberla salvado, sé que aún se culpa por eso, no dejó de entrenar diciendo que quería ser más fuerte para nunca más perder a nadie — Cuando volteó a ver a la joven esta estaba llorando mucho — ¿TN? — Llamó y la chica salió de su trance.

— Oh, lo siento, no sé por qué lloro tanto últimamente, lo mismo fue cuando llegué a Japón — Sonrió limpiando sus ojos con las mangas mientras Mic se sentaba junto al pelinegro.

— Respondiendote, tienes la misma aura que TN, siento que no podré evitar quererte — Sonrió con sus ojos cristalinos.

La joven los miró, les dolía verlos tristes, sentía el impulso de abrazarlos, sentía que los quería y no quería verlos así... Pero acababan de conocerse, llevaba allí menos de un mes y ni siquiera habían iniciado las clases aún.

Sin saber el porqué, se levantó y los abrazó con fuerza mientras contenía sus lágrimas ¿Por qué sentía tantas ganas de llorar últimamente?

— Quieranme, yo no me iré de su lado — Dijo con una leve sonrisa y ellos se aferraron a ella abrazándola.

Rato después el ambiente estaba mejor, la puerta se abrió y por esta entraron un pelivioleta y una joven de cabello blanco, el pelivioleta dejó unos bolsos cerca de la entrada.

— ¡Papás, ya regresé! — Exclamó la chica.

— ¡Aizawa, Yamada, les traje a esta tarada viva y creo que le gusta un chico! — Exclamó el pelivioleta y la chica se quejó escuchando unas leves risas femeninas en la sala.

— Bienvenida — Bajó Yamada rápidamente.

— ¿Pa', hay alguien más aquí contigo? — Preguntó con el seño fruncido.

— Eri, Hitoshi — Al ver a Aizawa los recien llegados suspiraron aliviados — Sí, ya se las presento — Avisó dirigiéndose a la sala con ellos donde la joven veía las pinturas y flores que decoraban el lugar.

— ¿Ya me reemplazaste, viejo? — Preguntó Shinso con gracia llamando la atención de la joven quien volteó.

— Mucho gusto, soy la nueva profesora de combate, heroína del volcan Yin Yang — Sonrió alegre, hablando con aquel leve acento americano, para luego inclinarse de forma cordial, pero al verlos sus ojos se cristalizaron sin saber por qué — ¿Otra vez? Lo siento — Se limpió con sus brazos — Mi nombre es Jacobs TN, pero pueden decirme TN — Sonrió de nuevo y centró su mirada en ellos.

El pelivioleta estaba congelado y rodeado por un aura de confusión, sorpresa, melancolía y otros sentimientos; pero la chica tenía demasiados sentimientos rodeándola, la mayoría no eran buenos.

— No, no puedo con esto — Se alejó la chica y por un segundo TN la vió como la niña de la fotografía, como una pequeña niña indefensa y llorando, sus ojos derramaron lágrimas al ver todos esos sentimientos oscuros rodearla de golpe.

— Eri-chan — Habló preocupada por la chica y esta salió corriendo a su habitación, ella subió tras ella y tocó su puerta — ¿Eri-chan, estás bien? — Preguntó preocupada.

— ¿Quién eres tú y por qué te pareces a mi neesan? Vete de aquí ¡Lárgate! — Gritó y TN siguiendo sus instintos entró a la habitación donde estaba ella sentada en el suelo agarrando su cabeza con fuerza.

— Eri-chan — De puso de rodillas frente a ella agarrando sus manos — Lamento traerte tantos recuerdos dolorosos, mi niña — La miró a los ojos y las lágrimas salieron de sus ojos, sintió que Eri sólo quería un abrazo así que la abrazó con fuerza — Sólo eras una niña, no te culpes — Pidió abrazandola con fuerza.

El corazón de Eri se sentía más tranquilo allí, ¿Qué sabía esa? Ni siquiera sabía de dónde había salido, pero ¿Por qué sentía tanto consuelo? TN abrazo a la chica hasta que esta se durmió entre el llanto, sentía que tenía que protegerla, porque en ella no veía una joven, TN estaba viendola como la niña de aquella fotografía, pero esta niña no sonreía, estaba sufriendo internamente.

Mi HermanitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora