Entre Canela y Pino

Capítulo 1

Kenma Kozume

Desde que inició el día sabía que iba a ser una mierda. ¡Lo sabía!

Cuando desperté, casi me muero al ver la hora porque la alarma nunca sonó.
El agua de la ducha estaba muy fría porque justo se dañó el calentador.
Mis padres me regañaron y recordaron todo lo mal que está conmigo, empezando por el hecho de haber nacido.
Y para terminar, por todos sus regaños terminé saliendo de la casa sin comida, sin mi abrigo favorito y corriendo para no perder el bus. Que adivinen, lo perdí.

Por todo eso apenas estoy llegando al colegio, me perdí todas las primeras clases de la mañana, me perdí el receso, y ahora tendré que ver cómo converso con los profesores para que me pongan los ejercicios pertinentes de ese día. Es un asco.

No pude hacer más que sentarme en mi lugar, que agradezco mucho que sea el último junto a la ventana, para sacar mi libreta y bolígrafo en un intento de apuntar lo que el profesor está explicando, que no entiendo qué es porque llegué en medio de la clase, pero no importa, con que logre anotar algo será mejor que no tener nada.

- Ahora si - el profesor cerró el libro de golpe para alzar la mirada... Mirándome - Kozume, te has salvado de que eres muy buen estudiante. Que no se repita lo de hoy.

Todos se giraron a verme.
Algunos con pequeñas miradas burlescas, otros sólo por curiosidad a mi reacción.

Apreté con fuerza mis manos bajo el escritorio para asentir inclinando mi cabeza.

- Chiba, asegúrate de entregarle los apuntes del día.

Oh no, ¿En serio mi día solo se pone peor?

Miré por unos segundos al mencionado Chiba, Nabura.
Es el beta con el puesto de representante de la clase. Forma parte del grupo de aquellos betas y omegas que no dejan de fastidiarme. Y que casualmente, se están dando miradas divertidas entre ellos.

- Está bien, profesor.

El beta inclinó su cabeza con una sonrisa, que más que lucir honesta, se ve tenebrosa para mi.

El profesor dio unas últimas indicaciones que sinceramente no capté al sentir mi corazón palpitar tan fuerte por el horrible futuro que toca enfrentar...

No quiero golpes o palabras... Lo detesto.

Cuando el profesor se retiró del salón todos empezaron a ponerse de pie, ya que tenemos que dirigirnos a clase de artística en otro salón.

Me apresuré a guardar mis cosas y solo sacar lo que sé que usaré.

- Oye, Kozume.

Tragué duro, pero mantuve mi calma para mirar a Chiba.

Está acompañado de un beta más y las típicas tres omegas que siempre andan con ellos.

Estiró su mano con un cuaderno negro.

- Ahí está todo para que te pongas al día. No me lo debes regresar ahorita, tómate tu tiempo - Eso es raro, nunca es así de amable - Con calma me lo puedes ir a entregar al partido de esta tarde.

Cierto, hoy el equipo de voleibol juega la final entre colegios de la zona.

Pero me sigue pareciendo raro, esas miradas y sonrisas no son de amabilidad. Son las mismas expresiones de un niño cuando va a cometer una travesura.

Pero ellos no son niños... y no hacen travesuras inocentes.

- Está bien.

Tomé el cuaderno para ver al beta ampliar su sonrisa.