Entre Canela y Pino

Capítulo 13

Desperté por la calor sofocante volviendo a invadir mi cuerpo haciéndome remover un poco del reconfortante agarre. Por lo poco iluminado que se ve el cielo a través de las cortinas debe estar apenas iniciando el sábado.

Me apoye con mis manos en el colchón sintiendo la mano de Tetsu en mi espalda baja y el calor aumentando con fuerza. Quiero hacerlo otra vez. Subí la mirada a mi alfa que duerme con tranquilidad y una expresión pasiva, ¿Se molestará si inicio algo por mi cuenta?, es más ¿Qué debería hacer? Me da penita despertarlo.

Bajé la mirada a la sábana cubriendo la mitad baja de su cuerpo, giré a ver la cajeta de condones abierta y mordí mi labio al querer soltar un quejido por el dolor punzante en mi entrada pidiendo atención con urgencia. Me tocará improvisar.

Estiré mi mano para tomar un preservativo y abrí el sobre con la mano temblorosa para sacar el círculo grande de látex y mirar en dirección a su entrepierna cubierta. Quité la sábana para mover mi cintura casi por inercia al ver la intimidad del alfa con claridad.

Es tan grande que un pensamiento muy lascivo se instaló en mi cabeza... ¿No debería hacerla erigir para colocar el preservativo? Quizás, ¿Tocándolo?

Tragué con fuerza para dejar el preservativo a un lado y no esperar más para tomar su miembro entre mis manos sintiendo lo duro, pero suave que está, masajeé de arriba a abajo gustoso de ver cómo, aunque el alfa siga durmiendo, está reaccionando a mi toque.

Acaricié con lentitud viendo al alfa moverse en señal de que está despertando. Continúe el vaivén logrando que un líquido transparente empiece a salir de la punta cuando ya se encontró completamente erecto.

Otro intrusivo pensamiento llegó a mi cabeza, viendo la extensión chorreante de mi alfa... ¿Sabrá bien? Quiero probarlo, y lo voy a hacer, no tengo tiempo para estar analizando las cosas.

Acomodé mi cuerpo sentándome a un lado para relamer mis labios e inclinar mi cuerpo hasta que mi boca entró en contacto con su virilidad, metí todo lo que pude sintiendo mi interior palpitar ansioso, para sacarlo saboreando su esencia. Si, es delicioso.

Lamí a lo largo escuchando un jadeo bajo saliendo de los labios de mi alfa sintiéndolo removerse más, por lo que alcé la mirada para ver cómo abre sus ojos poco a poco, muy confuso, pero brillante en excitación.

- Kenma - jadeó al entrar en conexión con la realidad, se apoyó de sus codos para alzar un poco su cuerpo - ¿Otro golpe de calor, gatito?

Asentí para meter su miembro hasta el fondo de mi boca, escuchando su gemido gustoso.

- ¿No me querías despertar?

Negué sacando el miembro para lamer mis labios.

- Dios, te ves muy caliente...

Ya comí un poco, en otra ocasión lo haré con más lentitud y menos desespero porque ya lo quiero dentro.

Tomé el preservativo para extenderlo en la erección.

- Kenma, ¿Estás seguro de querer hacerlo así?

- Me da igual.

Escuché su risa, pero no dijo más y se dedicó a observarme.
Me monte en su cintura sintiendo su erección contra mi trasero, suspiré encantado para restregarme contra ella sintiendo al alfa suspirar.

Me apoyé de su pecho inclinando un poco mi cuerpo para tomar su miembro y ubicarlo en mi entrada, sentándome poco a poco sintiéndolo entrar en mi interior. Es increíble.

- Estás apretado, bonito - suspiró con el ceño fruncido del placer.

Jadeé complacido cuando logré sentarme por completo sintiéndome tan lleno de mi alfa que no demoré en moverme un poco sintiendo esa deliciosa fricción.