Entre Canela y Pino

Capítulo 7

Me removí un poco sintiendo la comodidad pegar mis ojos con fuerza, no me quiero levantar...

Una pequeña risa me hizo abrir los ojos de inmediato y me incorporé para observar al frente mío con emoción. Kenma está sin la canalización, sentado con la frazada en sus piernas, ya no tiene el uniforme sino una ropa más cómoda y casual, la mancha en su mejilla sigue ahí pero no se ve inflamada como cuando lo encontré y tiene un aura más tranquila.

- ¿Estoy soñando y llegué al cielo? - pregunté confuso por los cambios, escuché su risa de nuevo - Confirmo, estoy en el cielo y tengo un ángel frente a mi.

Noté sus mejillas sonrojarse enviando un palpitar rítmico a mi pecho.

- No estás soñando, tonto.

Giré asustado para ver a Bokuto y a Akaashi sentados a un lado.

- ¿Bro? ¿Qué haces aquí? ¿Qué hora es?

- Son las 6 de la tarde - respondió Akaashi tranquilo. Espera, Akaashi está aquí.

Mire a Kenma lucir tranquilo, para volver la vista a Akaashi igual de pacífico. Mi cabeza va a explotar.

- Tranquilo, él mismo me contactó - empezó Akaashi - me sorprendió, pero aproveché y vine con Bokuto.

Mire a Kenma que bajo la mirada a sus manos jugando entre ellas. Ok, él lo contactó, eso es bueno no lo puse en una situación difícil.

- Vale - suspiré aliviado pasando la mano por mi cabello - Dormí demasiado... Ni siquiera los escuché llegar.

- Te veías muy cómodo, no te iba a despertar - se encogió de hombros Bokuto - no te veía dormir tan bien en mucho tiempo.

Eso es cierto, solía dormir muy estresado sin razón aparente y mis mañanas no eran muy agradables.

- Tienes razón...

Me estiré un poco sintiendo mis huesos hacer ruido.

- Auch - comentó Akaashi a lo que reí un poco - Eso sonó doloroso.

Moví mi cuello haciendo un sonido más fuerte.

- Se murió - rió Akaashi a lo que reímos -

- Se siente muy bien créeme - opinó Bokuto -

- Definitivamente - suspiré para arreglar la silla quedando sentado nuevamente - ¿Desde qué hora están por aquí?

- Desde las 4 más o menos - contesto Bokuto tranquilo - Cuando llegamos Kenma seguía descansando.

Asentí para mirarlo, sigue pendiente a sus manos.

- ¿Cómo te sientes? - pregunté suave captando su atención -

- Mucho mejor - sonrió levemente - Me siento bien.

Sonreí para asentir.

- ¿Comiste algo? - asintió - Me alegra mucho.

Respiré hondo retirando la sábana para lograr estirar mis piernas.

- Bro, ¿Te parece si hablamos afuera? - consultó Bokuto a lo que asentí.

Puedo sentir el ambiente tranquilo, pero sé que Akaashi y Kenma deben querer hablar en privado.

- Dale.

Se puso de pie también, pero antes de salir me agache frente a Kenma para tomar sus manos con suavidad, puedo ver la curita en donde estuvo la venoclisis y sus manos tienen más temperatura que hace un rato, por instinto las llevé a mis mejillas para sentir su roce, besé la palma para ver su bonita mirada y mejillas rosas.