Entre Canela y Pino

Capítulo 2

Kuroo Tetsuru

Hoy ha sido un día estresante. Muy estresante.

- Kuroo, ¿Enserio no quieres venir? ¡Será divertido!

La voz chillona de esa omega me da mucho dolor de cabeza. Alce la mirada a la chica de cabellos largos chocolate claro, ojos oscuros, con un uniforme, que definitivamente no es su talla, con esas asquerosas feromonas a mi alrededor intentando captar mi atención.

Detesto estás situaciones y detesto que sean tan pegadizas e insistentes. ¡¿No saben que no significa no?!

Estoy seguro de que si me quedo aquí seguirá insistiendo, y los chicos no aparecen por ningún lado para salvarme, que horror.

- ¿Kuroo? - insistió la chica bajando la cabeza hasta mi mirada por lo que la aparte nuevamente y me puse de pie.

- No.

Tomé mi bandeja de comida viendo el puchero de la chica.

- ¡Kuroo! - se quejó soltando feromonas más dulces.

Puedo notar a los alfas e incluso omegas alrededor girarse interesados en ella. Se acercó mucho, pero sin rozar nuestros cuerpos haciéndome sentir muy incómodo, pero cuando quiso acercarse a oler mi cuello me alejé de inmediato. Me cansé.

- Ya te dije que no - gruñí dejando la bandeja con fuerza sobre la mesa. Se me quitó el apetito y todo - ¿Eres sorda? Apártate de mi vista.

Me miró muy sorprendida y asustada, alrededor la cafetería quedó en silencio mirándome incrédulos también. Soy muy pacifico, pero hoy desperté con el humor por el suelo y estas actitudes llevan mi paciencia a la mierda. Pase a su lado molesto para hacer mi camino fuera de la cafetería. Una vez en el pasillo pude finalmente respirar más tranquilo sin tantas feromonas hostigando mi nariz por lo que me apoye en una pared calmando mi enojo y ansiedad.

- ¿Kuroo?

Volteé para ver a mi compañero de equipo y amigo, Yaku Morisuke.

- Aunque sea apareces tú - solté respirando hondo - Pensé que comería solo hoy.

- ¿Qué te pasó? - consultó con el ceño fruncido de preocupación - Te ves pálido, Kuroo, ¿Te sientes bien?

- Solo tuve una situación incómoda en la cafetería - solté el aire con fuerza sintiéndome aún estresado y con los hombros pesados - ¿Se puede usar el gimnasio? Me vendría muy bien practicar saque en estos momentos.

Yaku hizo una mueca preocupado.

- ¿Otra omega? - consultó a lo que asentí resignado para empezar a caminar. Él me siguió al lado - No me digas que de nuevo Sakura.

Gruñí bajo para asentir.

- Me sigue invitando a esa maldita fiesta del sábado, no sé qué parte de no es no, no entiende. Además, ni siquiera somos amigos ¿Por qué mierdas la insistencia en que asista?

Yaku suspiró.

- Sabes la respuesta a eso.

Hice una mueca triste para pasar la mano por mi cabello frustrado. Sé la respuesta y lo odio aún más por eso.

- Ser alfa dominante... Es una mierda.

Yaku sólo se mantuvo en silencio por lo que seguimos así hasta llegar al gimnasio, me sorprendí al ver a otros miembros del equipo practicando también.

- Así que aquí estaban - dijo Yaku son una sonrisa. El alto alfa de cabellos blancos de inmediato se giró con una sonrisa -

- ¡Yaku!