Los hipocampos son criaturas magníficas.
Criaturas que parecen haber sido creadas como un reflejo del dios de los mares.
Son hermosos, pequeños, de carácter vanidoso —refiriéndose a los hipocampos del palacio— y coqueto.
De solo pensar al tirano de los mares de tal forma pone los pelos de punta a Obrekka.
Se había hecho una rutina el visitar a los caballitos de mar. Los animalitos aceptaron su presencia, al punto de añorar tenerla en los jardines cada vez que visita el Olimpo.
"Mira, parece que se enamoraron de ti."
Suele decir Tritón entre risas, todo para molestarla a ella y a los hipocampos. Pero no estaba del todo equivocado. Él tiene conocimiento de cosas que evita contarle a su amiga.
Como la explicación respecto al comportamiento cariñoso de los hipocampos, en específico los que fueron creados por su padre.
Son el reflejo de las emociones del tirano, siendo más expresivos que el antes mencionado. Sus sentimientos son iguales a los de Poseidón, sin embargo, estos carecen de ciertos entendimientos y racionamiento, por lo que su comportamiento no es compartido con el dios de los mares.
¿Imaginar a Poseidón siendo cariñoso y dando besitos? Que aterrador.
En la Atlántida vive el amor, pero su padre y amiga son tan miedosos como para admitir sus sentimientos.
Eso o son idiotas.
Tritón se encontraba en el otro extremo del palacio. Tenía que cuidar a su padre mientras se curaba de las secuelas de la alergia, por lo que dejó a la nórdica en los jardines.
El príncipe es el único capaz de tratar con su padre. Fue éste mismo quien le contó sobre la alergia al algodón, explicando que la ropa que le prestó fue la causa de todo; su padre lucía deplorable, y eso lo perturbó. Poseidón le prohibió hablar de eso con los súbditos y Obrekka, no quiere que nadie más sepa de su alergia.
—Padre, te traje el té.
Mueve suavemente el cuerpo que descansa en la cama, oyendo pequeños balbuceos e insultos que logra entender.
—¿Qué? —pregunta el tirano, dándose vuelta para mirar a su hijo. Su voz es rasposa, y un bostezo es soltado de manera cansada.
—El té que el tío Hades mandó. —responde Tritón, señalándole la mesita de noche.
—Ah...
Murmura con voz temblorosa, incorporándose para poder beber el té que su hijo le extiende. La picazón había disminuido, no obstante, en su cuerpo aún se logra distinguir los rastros de las ronchas que se formaron por la alergia.
Se rehúsa a salir de su cuerpo hasta hallarse completamente bien. Bebe en silencio, sin prestarle atención a la presencia del menor.
—¿Ella sigue aquí? —interroga, refiriéndose a la molesta diosa que invade su reino con total normalidad.
—Está con los hipocampos. —responde Tritón, sin percatarse del cejo fruncido de su progenitor—. Los pequeños no quieren que ella se vaya; la besan y la rodean para que sigue más tiempo con ellos.
Prosiguió, dando un brinco al oír la taza romperse. Dirige su atención hacia Poseidón, viendo rastros de vidrio sobre las mantas y en la mano del tirano.
Poseidón arroja los trozos de su mano al suelo, sin mirar a su hijo.
—¿Qué te sucede, padre?
—Ordénales a los hipocampos que salgan a los corales fuera del palacio. Que se alejen de Obrekka.
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𝙋𝙖𝙩𝙪𝙘𝙝𝙤 | Poseidón
Fanfic> > Donde Obrekka descubre que el rey de los mares es más pequeño de lo que aparenta. • Shuumatsu no valkyrie | Fanfic. • En emisión. • Poseidón x Obrekka (oc). • Post-Ragnarok. 🌸 | Momentos ocurrentes y softs.