Mʏ Pʀᴇᴛᴛʏ Gɪʀʟ (+18) [Bᴀᴋᴜɢᴏ Kᴀᴛsᴜᴋɪ X Lᴇᴄᴛᴏʀᴀ]

C5.- Don't Understand

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Los días pasaban y, tal como prometió, cada noche estuvo presente en tus espectáculos durante dos semanas completas. Era casi una rutina para ambos. Aunque los sentimientos eran completamente opuestos.

Él parecía muy implicado en su tarea mientras tú lo tratabas de ignorar lo máximo posible. Después de enterarte en que trabajaba y como era, las ganas de acercarte y conocerlo eran prácticamente nulas.

Tras ver el espectáculo, Bakugo siempre te invitaba a tomar una copa. Para esto, siempre tenías una excusa.

— Lo siento, he quedado.

— Tengo prisa, para la próxima.

— No creo poder, voy a salir con Jirou.

Nunca podías salir con él, o mejor dicho, no querías. Era verdad que no tenías motivos para pensar así ya que contigo no era malo, ni mucho menos. Pero siempre nos dejamos llevar por lo que los demás dicen en vez de descubrirlo por nosotros mismos.

Hoy era una de esas noches.

Acababas de terminar de bailar en el escenario. Esta vez lo hiciste con una compañera tuya muy amigable, Toru. No la conocías mucho aunque tampoco es que ella hiciese el ademán. Era como... una chica invisible. Pero una vez que la conociste ya podías decir que no era así.

Estabais comentando cómo había salido el espectáculo mientras os dirigíais al camerino entusiasmadas. Allí os esperaban las demás quienes pronto tenían que salir, por lo que ni se molestaron en saludar.

Lo dejaste pasar y te cambiaste a una ropa más cómoda para irte de una vez por todas a casa, después de horas de baile estabas exhausta. Solamente pedías quedarte en el sofá viendo una película y cenando lo primero que pillaras de la nevera. Pero el destino tenía otros planes para ti.

Ibas a salir por la puerta trasera junto con Toru pero, ¡sorpresa!, esta no se abría. Tiraste y empujaste todo lo que podías, incluso la chica invisible lo trató, pero sin resultado. El trozo de metal no se movía ni un milímetro de su posición. Esta atascada.

No esperasteis más y pensasteis en iros por la entrada principal. Por obvias razones tratasteis de esconder vuestro rostro lo máximo para que nadie os pudiera reconocer.

Estabais a punto de salir del local cuando una mano te detuvo. Su agarre fuerte, pero sin hacerte daño, te impidió salir junto con tu compañera. Giraste la cabeza a punto de insultar y cagarte en los muertos de quien sea que te agarró, hasta que viste de quién se trataba.

Aquellos orbes carmesíes que penetraban en tu alma te estaban mirando, y no de una forma muy amigable. Tenía el ceño fruncido y parecía que echaba humo por las orejas. Te extrañó que no te pidiera tomar algo con él y se lo ibas a decir, en un tono un poco burlesco, pero entonces tiró de ti.

Te llevaba casi a rastras por el local, dejando a Toru muy confundida, pero no se iba a meter en tus asuntos y menos si estos implicaban al gran Bakugo Katsuki, por lo que te sonrió y se marchó.

Estabas demasiado ocupada tratando de zafarte del agarre del rubio cenizo que ni te diste cuenta de las miradas del resto de los clientes. Estabas prácticamente gritándole que te soltara y que te dejase en paz, cosa que captó la atención de las personas, aunque nadie hizo nada al ver de quién se trataba. Con solo una mirada era capaz de hacer temblar de miedo a cualquier valiente que quisiera interrumpirle.

Te dejó en uno de los sillones de la zona VIP. Lo miraste a punto de reprocharle pero te callaste cuando te miró fijamente y frunció más el ceño. Esperaste sentada como una niña buena mientras él se marchó, no sin antes dejarte claro que no te movieras.