Mʏ Pʀᴇᴛᴛʏ Gɪʀʟ (+18) [Bᴀᴋᴜɢᴏ Kᴀᴛsᴜᴋɪ X Lᴇᴄᴛᴏʀᴀ]

C11.- Weakness

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Prometió que volvería.

No tenías por qué desconfiar de su palabra.

Nunca te mintió.

¿No puedes simplemente estarte quieta y esperarlo como te pidió que hicieras?

Estabas intranquila sabiendo que tu rubio cenizo se encontraba combatiendo y tú, muy cómoda en su cama, en su casa. Le habría costado su esfuerzo llegar hasta donde está y tú, simplemente por ti cara bonita, estabas ahí.

Entendías que había algo en ti que llamó al chico, pero ahora tú mente no procesaba correctamente, solo quería volver a los brazos de Bakugo...

Envolverte en su musculoso cuerpo y reposar tu cabeza en su pecho mientras aspiras su olor a canela quemada y su calidez te reconforta. ¿Es mucho pedir?

Habían pasado por lo menos cinco horas desde que el mafioso salió de la habitación en rescate de sus trabajadores junto con su equipo. Estabas en la gran cama matrimonial, sentada en el centro de esta abrazando la almohada. Sentada y mirando la puerta.

Tenías esperanzas de que, en cualquier momento, apareciera una cabellera ceniza mientras insultaba y maldecía.

Pero no era así.

Por más que pasaba el tiempo, tus esperanzas no decaían del todo.

Tus párpados empezaban a hacerse pesados y tu mente se nublaba. El sueño se apoderaba de ti, pero querías estar despierta para recibirlo. Te acurrucaste entre las sábanas todavía abrazando la almohada entre tus brazos y piernas.

Suspiraste cómoda al sentir como tú cuerpo se deshacía en el colchón dejando una sensación de alivio en ti. Pronto la oscuridad de la noche se apoderó de ti, cayendo en un profundo sueño.

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Abriste tus ojos como platos de golpe, sin embargo, no te moviste. Aún en la misma posición en la que te dormiste algunas horas antes, trataste de volver a soñar, pero tu mente estaba despierta y atenta a cualquier sonido.

Eras una persona con el sueño pesado como una roca, por lo que no te despertabas de repente en la noche como ahora.

Pero solo podías oír el sonido del silencio y ver por la ventana la oscuridad del cielo adornado con estrellas brillantes.

Miraste el reloj de la mesita de noche, las 3 am...

Sobaste tus ojos cansada y te revolviste en la cama, buscando la calma y tranquilidad que tenías antes de despertar.

En eso, un gran estruendo te sacó de tu ensoñación y te levantaste de golpe, quedando sentada en el colchón.

Pensabas que podría haber sido culpa de tu imaginación debido al cansancio pero otra explosión junto con disparos se hicieron presentes en la mansión.

Varios gritos se escucharon en la lejanía junto con sonidos que suponías que eran cuerpos inertes cayendo contra el suelo una vez eran disparados. Una emboscada que nadie esperaba.

Te quedaste inmóvil cuando todos los sonidos pararon a la vez, dejando el lugar en un silencio sepulcral, lo que hacía la situación mucho más inquietante para ti.