Mʏ Pʀᴇᴛᴛʏ Gɪʀʟ (+18) [Bᴀᴋᴜɢᴏ Kᴀᴛsᴜᴋɪ X Lᴇᴄᴛᴏʀᴀ]

C16.- My Sensei

Advertencia ⚠️ Capítulo con escenas +18

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Disfruten diablas 😈.

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¡PUM!

El horrible sonido de un disparo te nubló por completo el oído, dejándote escuchar nada más que un insoportable pitido constante.

No pudiste evitar cerrar fuertemente los ojos por acto reflejo, dejando que la fuerza del arma te empujará unos cuantos centímetros atrás.

La pequeña pistola que te habían dejado usar era más que suficiente para que tus muñecas se cansaran de sostenerla debido a su peso.

Abriste lentamente tus ojos para encontrarte que habías vuelto a fallar el tiro, aunque esta vez por lo menos le diste a la diana que se encontraba a unos 10 metros de ti. Habías dado prácticamente en el borde por lo que te sentiste un poco desanimada.

Llevabas ya varios intentos sin éxito y aquello te empezaba a frustrar.

Bakugo, por otro lado, tenía una sonrisa en su rostro. Antes de comenzar te había advertido que usar un arma no era tan sencillo como parecía, pero eras demasiado terca. Te habías encabezonado en que podrías hacerlo sin su ayuda, pero al parecer te estaba costando más de lo que tenías planeado.

Katsuki no podía evitar reírse ante la situación y esperaba con ansias el momento en el que te arrastraras nuevamente hacia él en busca de ayuda.

— ¡Agh! — Al quedarte sin balas te acercaste hacia donde el rubio estaba para que te dejara más munición pero este se negó.

— ¿No crees que va siendo hora que me dejes ayudarte? — Siseó con burla mientras sostenía las cajetillas con las balas.

Negaste enfurecida con la cabeza mientras tú ceño se mantenía fruncido. Odiabas que se burlara de ti, pero lo peor era admitir que no llevabas razón. Le ibas a demostrar que no lo necesitabas.

El cenizo se encogió de hombros con sorna y te tendió la munición que tomaste bruscamente de sus manos.

Una vez cargada la pistola trataste de disparar nuevamente, fallando otra vez. Esto empezó a provocar la risa de Bakugo lo cual te frustró y enfadó aún más. ¿Quién se creía para reírse de ti de esa forma? Sí, podía ser el hombre más peligroso de este mundo pero no tenía derecho a burlarse de tí.

A pesar de saber cómo era Katsuki sus carcajadas cada vez que disparabas te hartaron y en vez de apuntar hacia la diana, lo apuntaste con el revólver.

Las risas cesaron para ahora convertirse en una sonrisa de lado por parte del rubio cenizo.

— ¿Ahora qué? — Se cruzó de brazos mientras te seguía mirando con la cabeza alta.

Estabas que echabas humo por las orejas.

— Puede que no pueda darle a esa estúpida diana, pero a ti estoy segura de que puedo — Espetaste rabiosa. Sabías que en algún momento ibas a tener que pedirle ayuda pero eras demasiado terca para hacerlo. Tenías la mínima esperanza de que tú amenaza le quitará la sonrisa de la cara pero solo conseguiste que esta se ensanchara.

Katsuki se acercó a ti hasta que su pecho chocó con el cañón de la pistola. No te atreviste a mover un músculo pero no cambiaste tu expresión furiosa.

— Hazlo entonces.

Eso fue lo único que soltó por la boca, sabía que no eras capaz de disparar, y menos a él. Tenía su mirada clavada fijamente en ti al ver cómo dudabas. No ibas a hacerlo.