C10.- Don't Leave Me

1.1K 83 58
                                    

Espero les guste la historia y el desarrollo de la misma ;) Vamos ya por la mitad y no ha pasado casi nada. Aburrido, ¿verdad? Vamos a meterle un poco de acción a la trama.

Voten y disfruten♡

≫ ──── ≪•◦ ❈ ◦•≫ ──── ≪

No podías creer lo que estabas viendo. Parecía que un huracán acababa de pasar y arrasar con tu habitación.

La maldita nota pegada al cristal del espejo del cuarto de baño era la única pista que tenías sobre el responsable. Aunque, en este caso, responsables, pues en la nota te diste cuenta de que usaban el plural.

Supusiste que se trataba de alguna organización o asociación que estaban en contra de Bakugo, de ello no cabía duda pero, ¿a tal punto de allanar tu morada y destrozarla como advertencia?

Te pareció desproporcionado. Si tenían un problema con él, tú no tenías nada que ver con todo esto.

¿Qué no se lo dijera? ¿Qué se supone que harías entonces? No te ibas a quedar de brazos cruzados mientras una pandilla de locos se cuelan en tu casa cada que quieren y encima rompen tus pertenencias. No, tu única opción era contárselo al rubio cenizo que tanto te gusta.

Pero antes de ello, revisaste la casa para comprobar los daños completos. El salón y la cocina estaban intactos, gracias al cielo, pero tú cuarto, el baño y la habitación de invitados estaban hechos añicos.

Respiraste hondo tratando de calmarte mientras echabas hacia atrás tu cabello con tus manos. Pero tranquilizarte era lo último que podías hacer viendo tu casa de aquella forma.

Dejarlo así no era ni siquiera pensable, pero arreglarlo todo para que volviesen a entrar y destruirlo, era una opción inútil. Un desperdicio de tiempo que no merecías gastar, pues no pensabas en alejarte de Bakugo.

Ahora ya tenías una excusa para que te aceptase en su mundo porque, de una forma u otra, ya habías entrado en él sin darte siquiera cuenta.

Apretabas tus puños por la impotencia de no poder hacer nada contra el vandalismo que había invadido tu hogar. Frustrada y molesta, te apresurate a llamar a Kirishima, pues, por raro que parezca, no tenías el número del rubio cenizo... Aún.

A penas escuchar un pitido, el pelirrojo teñido contestó la llamada.

— ¿(Nombre)? — El chico parecía confuso por tu inesperada llamada. — ¿No la ha llevado Bakugo a su casa?

Suspiraste rendida. — Sí... ¿Puedes decirle que venga a mi casa, por favor?

Eijiro tardó un poco en reaccionar y responder a tu tono deprimido junto con la extraña petición. Apenas unos pocos minutos antes, el jefe de la mafia te había dejado en tu casa sana y salva, ¿qué podría haber pasado en tan poco tiempo?

— Ah... Sí, sí, claro. No hay problema — Respondió a los segundos de despertar de su masiva cantidad de preguntas que arrasaban su mente en estos momentos.

Así acabó la breve llamada y, nuevamente, observaste a tu alrededor, esperando al explosivo rubio cenizo de ojos carmesíes.

Este, al recibir el mensaje de su mano derecha giró bruscamente en medio de la autopista. Movió con habilidad la palanca de cambio y pisó con fuerza el pedal acelerador, abriéndose paso en dirección contraria entre los coches que acababan estrellados contra sus lados.

Todos los autos le pitaban y los conductores furiosos lo insultaban en más de un idioma.

Pero aquello no le importó en absoluto. Solo tú...

Mʏ Pʀᴇᴛᴛʏ Gɪʀʟ (+18) [Bᴀᴋᴜɢᴏ Kᴀᴛsᴜᴋɪ X Lᴇᴄᴛᴏʀᴀ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora