Mʏ Pʀᴇᴛᴛʏ Gɪʀʟ (+18) [Bᴀᴋᴜɢᴏ Kᴀᴛsᴜᴋɪ X Lᴇᴄᴛᴏʀᴀ]

C7.- Love You

Gracias por todo el apoyo <3 Espero os siga gustando la historia, podéis hacermelo saber dejando vuestra estrellita o comentando. A partir de este capítulo, las cosas subirán de nivel ;)

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¿Por qué? ¿En qué momento de tu vida dejaste que esto pasara? Ah... Claro... Todo por culpa de ese perfecto hombre, de anchos hombros, bien vestido, adinerado, guapo, fuerte, con sentido del humor y amable, a su forma, todo por él.

Suspiras cansada, tu respiración agitada la cual no permitía que el aire entrara de forma normal a tus pulmones, la cara roja, sudando a mares, jadeando... Apenas sentías tus brazos y ni hablar de tus piernas. Sentías que te ibas a derretir allí tumbada bajo el sol. Entonces, una sombra impidió tu cometido.

— Deja de hacer el holgazán y venga, todavía nos queda mucho que hacer — Habló Jirou mientras te extendía la mano esperando que la aceptaras para levantarte de una vez por todas del suelo.

— No puedo más — Suspiraste cansada regulando cada vez más tu respiración. Pero ella insistió. Te secaste el sudor de la frente con el antebrazo antes de coger su mano y ponerte en pie.

Tan solo había pasado una semana desde que tu amiga decidió apoyarte y ayudarte enseñándote todo lo que ella sabía. Lo que no esperaste fue que el entrenamiento sería más duro de lo esperado. Según ella, no tenías la resistencia ni fuerza que al menos deberías tener si querías conseguir que Bakugo te aceptara en su 'equipo'.

La miraste exhausta, aunque era cierto que tú físico y resistencia habían mejorado mucho desde que empezasteis pero no lo suficiente.

— ¿Qué más? — Preguntaste impaciente por acabar ya. Querías ducharte y tumbarte un rato en el sofá mientras veías algún programa o película en la televisión, pero el destino tenía otros planes para ti.

Jirou lo pensó un momento. — Por ahora haz 20 flexiones, para descansar, y continuamos con la carrera — Dijo ella mientras te miraba esperando a que hicieras lo que te mandó. Entre dientes reprochabas y maldecías pero sabías que esto te lo habías buscado tú así que te pusiste en posición para realizar las 20 flexiones.

Empezaste muy confiada, ya habías logrado hacer más de 20 los últimos días pero, a la quinta, ya estabas en el suelo de nuevo, solo que está vez boca abajo. Tus brazos ya no podían sostener tu propio peso y por más que Jirou te animara, tuviste que tomarte un pequeño descanso de verdad para recuperar el aliento.

Estabas sentada mientras bebías agua fría de una botella que segundos atrás la peli morada te había dado, quién se encontraba a tu lado recostada en el marco de la puerta. Ninguna hablaba, simplemente se oían los sonidos de los pájaros al piar, el gemir del viento contra las ramas de los árboles... era un silencio bastante agradable hasta que una de las dos decidió acabar con el pacífico momento.

— ¿Has llamado ya a Kirishima, (Nombre)? — Habló Jirou calmada a la vez que observaba el hermoso paisaje que daba desde el jardín de tu casa.

Te quedaste callada por unos segundos antes de responder. — No — Respondiste simplemente con ese monosílabo, respuesta que no esperaba tu acompañante.

— ¿No? ¿Y cuándo se supone que lo vas a hacer? — Exclamó esta vez mirándote atenta, esperando a ver cómo reaccionabas ante su pregunta.

— Simple, no lo haré — Dijiste sin apartar la mirada del maravilloso bosque que tenías en frente, ¿cómo no te habías dado cuanta del impresionante paisaje al que daba tu casa?

Jirou quedó estupefacta ante tu respuesta, esperaba algo como "— No lo sé.", "— Creo que dentro X día.", o algo parecido. Pero el que afirmaras que no ibas a llamar al pelirrojo para ver a Bakugo, la dejó un poco fuera de lugar. Sabía que no aceptabas del todo tus sentimientos por él pero, ¿el no ir a visitarlo si él estaba mal? Le parecía exagerado el nivel de ignorancia frente a tus emociones.