Último Acto

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Y ahí se encontraba, el (probablemente) mayor responsable de todo el desastre que estaba ocurriendo. De cómo todo se fue a la mierda.

Parado en la puerta, con las miradas clavadas de absolutamente todos penetrando sobre su blanca piel, sintiendo los ojos pegando contra el como puñales juzgandolo.

Una de esas miradas dió unas palabras.

- Así que te dignas a aparecer, rompehogares. - un chico rubio con un rayo negro no se mostraba contento con la presencia del peliverde.

- Se que no están felices de verme, y los entiendo y les doy la razón. Pero vine para darles una explicación, o bueno, un intento de que me comprendan. - Izuku temblaba con cada palabra que decía, sentía el nerviosismo recorrer su carne, pero eso nunca lo detuvo, en ningún momento lo frenó para que pudiera encarar sus problemas.

- Te escucho. - respondió el pelinegro de Sero Hanta, oyendo al causante de que su amigo pelirrojo no estuviera en la academia temporalmente.

El pecoso posó su vista sobre la chica de sus sueños, la dueña de su corazón y sentimientos, y tan solo le pido dar una sonrisa, imitando a su ídolo. A su padre. Intentando transmitirle las palabras que anteriormente, el rubio le había hecho saber con tan solo la muestra de su confianza sobre el. Y parecería que aprendió rápido.

La pelirosa al ver como el chico mostraba una sonrisa que denotaba una ligera alegría, sintió su corazón acelerarse y un calor notable, pudiendo sentir la confianza, la valentía suficiente como para saber que esto saldría bien. Confiaba en ese chico, tanto que le dejaría su propia vida en juego, sabía de lo que era capaz, y esto se quedaba corto con tus habilidades.

Él al ver cómo ella le respondió con una mirada y mueca que denotaba aprobación para que continuara con su monólogo, el pudo dar un suspiro relajado.

- Tal vez no me entiendan, tal vez no me crean, tal vez de todas formas piensen que soy un asco de persona, y en todas les daría la razón y los aceptaría por que sabría el por qué de sus razones, pero primero, escuchen las mías, y déjenme al menos intentar que, en todo caso, ustedes tengan un poquito de entendimiento sobre lo que pasa en mi mente cada vez que veo a esa chica hermosa que está sentada en el sofá. - con su dedo índice, apuntó a Mina Ashido, quien se ruborizó un poco, pero aún estaba atenta por lo que decía su... ¿novio?

- Yo... me enamoré de alguien, hace mucho tiempo, pero pasó algo, fue un fracaso ese amor que sentía sobre esa persona al confundir mis sentimientos. - giró su cabeza hacia abajo recordando todo lo que le sucedió, también sintiendo una leve punzada en su corazón al recordar que el todavía no había logrado superar del todo esos sentimientos tan opacos por la castaña. - Pero sin darme cuenta, en ese tiempo, dónde trataba de tener una oportunidad con esa persona que, al final, no tuvo un buen final. Hubo una chica que me ayudó en todo momento, que me tuvo en cuenta siempre para darme una mano derecha, y yo, sin darme cuenta, al final, me enamoré de esa chica, la cual, me enseñó mucho del romance y del amor. O al menos todo lo que yo sé sobre esos temas en mi corta vida. Esa chica, fue Mina. Ella me conquistó sin darme cuenta y, simplemente caí sobre sus pies, no pude tomar un respiro al sentir como mi corazón dejó de lado los otros sentimientos para concentrarse en la presencia o tan solo en el pensamiento de ella, en ese momento, me di cuenta que me enamoré de Mina Ashido, quien en ese momento, tenía novio. - levantó su vista, solo para apreciar las diferentes caras de sus compañeros, todas teniendo sus propias reacciones, pero coincidiendo en algo, la seriedad y atención que estaban prestando.

- En su momento, reprimí mis sentimientos sobre ella, pero no duró mucho, no pude dejar de ocultar mi aceleración de mi corazón cada vez que estaba con ella y no me pude resistir de ser algo más que amigos... no pude resistirme a la tentación de estar con la chica que amo, con la chica que me enamoré, y la chica que me sacó de un agujero depresivo antes de que cayera más profundo en este mismo, estando tan solo al principio, para mí ella fue mi heroína, quien me salvó antes de que me fuera a peor, volviendo a caer en adicciones oscuras que tuve en mi pasado, e incluso hay días actuales dónde caigo nuevamente en estás tentaciones. Y sinceramente, no me arrepiento. No me arrepiento en estar en una relación con la chica que me gusta, no me arrepiento que ella haya tenido novio, no me arrepiento aún sintiendo demasiada culpa, una que me carcome en el corazón, no me arrepiento, por que ella valió el riesgo, lo valió en cada momento en los que la sentí conmigo, valió la pena totalmente, y siempre elegiría el mismo camino y acciones, mientras involucren que yo esté con ella, por qué a este punto, no me importa nada, no puede importarme nada, que no sea ella, que no la involucre. Ella es mi vida, es mi todo, y dejaría todo lo que tengo tan solo para tener una vida a su lado. - sin darse cuenta, sus ojos se cristalizaron junto a una voz rota que resonaba en la silenciosa habitación, dejando escapar leves sollozos y quejidos de su garganta ahogada en lamentos.

𝙇𝙖 𝙊𝙗𝙧𝙖 𝘿𝙚𝙡 𝘼𝙢𝙤𝙧 [Izuku X Mina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora