𝙇𝙖 𝙊𝙗𝙧𝙖 𝘿𝙚𝙡 𝘼𝙢𝙤𝙧 [Izuku X Mina]

Sexto Acto

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Mina en su propia crisis, dudando de su amor por su propio novio, solo tuvo una idea.

"Tengo que hablarlo con toru."

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Un peliverde se encontraba en su cuarto, no había salido desde que se adentró en sus propios pensamientos.

Adentrandose poco a poco en su cabeza cada momento.

Una mente tan agotada naturalmente no soportaría esa carga de problemas amorosos, pero izuku ya estaba acostumbrado a las decepciones amorosas, y simplemente se dejó profundizar más y más.

Hasta perderse en su cerebro, y dejar que este sea dominado por tan solo 2 personas.

Las dos chicas por las que está pasando este calvario personal, y las que nunca tendría en sus brazos.

Pero aveces, el destino y la suerte te dan giros de 360° sin darte cuenta.

Así eso te da una nueva oportunidad en algo que se sentía perdido.

Pero eso no se hacía solo, el tenía que poner de su parte, pero sin saberlo, como lo haría?

Fácil. Siendo el mismo, ya que eso fue lo que trajo la situación inicial, no?

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Knock Knock!

Un fuerte ruido llamó la atención de la chica invisible, cosa curiosa el que ella estuviera ahí, era raro que no había salido todavía.

- está abierto - menciona acomodando unos lápices que sostenía en su escritorio.

- toru? - una chica de ojos negros atraviesa la puerta llamado la atención de la invisible.

- ah, hola mina! Que pasó ahora? - mencionó con curiosidad ahora, era extraño que su amiga sea la que la llame primero y sin previo aviso entrando a su habitación.

- bueno, emhm, estaría teniendo unos problemitas... - desviaba la mirada apenada por lo que iba a decir.

- mentales? Ya lo sabemos - bromeó mientras seguía acomodando sus cosas y una risa salió de ella en el proceso.

- es enserio boba! Problemas amorosos te decía... - murmuró lo último, dejando escuchar a su compañera nada más.

- ¿Problemas en el paraíso, chica? -

- por así decirlo - con un suspiro y palabras de cansancio, se dejó caer en la cama de su amiga.

- bien, dime que pasa con kiri - estaba terminando de ordenar sus cosas, estaba casi al final hasta que frenó en seco por unas palabras.

- no es eijiro, es... otro chico -

- Me estás jodiendo mina. - sin mirarle a la cara y con la vista clavada en el escritorio dijo esa oración.

- no... es... Izu -

El silencio dominó la habitación, junto a la sensación de incomodidad, la rosada no podía mirarla a la cara, y simplemente se encontraba con sus brazos tapando su cara.

- mina, mira que no me esperaba esto de tí -

- ya lo sé! Solo, dios, me siento... de la mierda - con sus ojos tapados por su antebrazo, solo empezó angustiarse por cada momento que pasaba y sentía que su mundo se venía abajo por sus sentimientos.