𝙇𝙖 𝙊𝙗𝙧𝙖 𝘿𝙚𝙡 𝘼𝙢𝙤𝙧 [Izuku X Mina]

Quinceavo Acto

La estrella más grande del sistema solar indicaba que era momento de comenzar un nuevo día.

Pero... oh dios, como levantarse después de... tales cosas del día anterior?

Simplemente, era increíble todo lo que sucedió.

No había forma de describirlo, solo podía mantenerse bajo discreción.

Total, era un tema sensible la infidelidad.

Izuku prefieria no recordar lo que pasó... pero era inevitable.

Simplemente llegaba a su cabeza y no se iba. Era molesto...

Kirishima salió del pasillo extremadamente enojado, frustrado, con lágrimas en los ojos, y demasiado decepcionado.

Estaba furioso, pero decepcionado a la vez. Dió todo para que esto termine así. Era simplemente molesto.

Detrás de el, lo seguía una chica rosada con su vestido mal puesto y varias marcas en su cuello, se notaba que estaba desarreglada por la velocidad en la que fue a buscar al pelirrojo.

Ante las miradas de todos confundidos, se paró la música, tan solo para ver a la pareja que estaba celebrando su aniversario pasar por la sala. Denotando como el chico estaba en un estado deplorable y la chica estaba desesperada por alcanzarlo.

- Oh no mina, acá no hay NADA de lo que tengamos que hablar! - el pelirojo salía del edificio compartido.

- Eijiro! Maldita sea escúchame! -

- como quieres que te escuche?! Que me vas a decir!? Me vas a explicar cómo te revolcabas con el a mis putas espaldas acaso?! -

- eijiro que fue solo un maldito accidente! -

- ah... un accidente... sabes? Yo también cometí un accidente. Y fue confiar en ti. Y tus putas mentiras vacías. - el sólo estaba cansado, no quería oír más sobre esa persona que lo estaba destrozando por dentro.

- Eijiro! Dios! Escúchame! - la chica no paraba de gritarle con angustia.

- Bien! Tanto insistes, dime. ¡¿Que mierda quieres decirme a la puta cara de imbécil que tengo?! - se volteó parando su camino para verla a la cara.

Sus ojos... unos ojos tan llenos de vida y determinación con frases masculinas. Estaban destrozados, llenos de tristeza, lamento, enojo. No era el, no lo parecía.

- No fue lo que tú piensas! Eijiro! -

- Ah no?! Entonces que mierda ví?! -

- Dios... - la chica solo pudo poner unos dedos suyos entre sus cejas, arrugando su nariz.