Buscando las respuestas bajo la majestuosidad de la luna y las estrellas, encontré a mi bella amada sobre esta colina. Como una ninfa del bosque o una hechicera que concede tus deseos, esta hermosa mujer parecía haber descendido y aparecido frente a mi de la nada para tender su mano y ayudarme.
—¿Qué haces aquí a más de la mitad de la noche en medio de la nada sobre una colina?.
—Mmm, déjame pensar que es más factible, si conducir desde Chicago sin rumbo, internarse en un viejo camino rural, subir una colina que es casi como invadir propiedad privada o salir de tu casa para tomar el aire fresco porque eso ayuda a calmar el insomnio.
—¡Cielos, Candy!, ¿Queé qué es ese cuento de tu casa y tu colina y el insomnio? ¿Acaso es un pretexto que improvisaste, o en realidad tú me seguiste hasta aquí?. Ya en serio, ¿de donde saliste?.
—¡Ejem! Te lo acabo de decir, ¿acaso perdiste el oído además de la cordura?, No sabes el susto que me diste cuando de pronto en medio del silencio escucho una voz masculina quejarse detrás mío?
—Perdona Candy, no sabía que te encontraría de repente en este lugar, ni tampoco que encima te asustaría, además de resultar tan asombroso y tan fascinante como para no haberte creído de inmediato.
—No te preocupes, anda vamos.
Ahí estaba ella como en un sueño, me tendió la mano y me guió del otro lado de la colina, conforme descendíamos, se podía ver una pintoresca edificación que podría parecer una vieja escuela rural, levemente iluminada.
Rodeamos la casa, sobre la fachada hay una torre con campanario que la hace parecer como una capilla antigua, luego, a un par de pasos más, accedimos por un costado que se encontraba entre por un par de corrales.
Candy abrió una pesada puerta de madera rústica, donde había una amplia estancia con una enorme chimenea, después, atravesando un largo pasillo, llegamos al pie de una estrecha escalera.
En el lugar se respiraba una atmósfera cálida muy agradable y acogedora, se percibía el aroma a horneado y a maderas frescas de pino.
No sabía que me introducía a su recámara, hasta que topé al final de las escaleras con un pequeño espacio que contaba tan solo con lo necesario.
Había una cama pequeña con una mesita de noche, un escritorio y un librero junto al ropero.
—Un príncipe encontrará muy pequeño y pobre el espacio, pero es limpio y co... Eres alto y no creo que sea cómodo.
Otro detalle del peculiar espacio, era que como se encontraba en el ático, el techo era bajo, y yo debía tener cuidado de no golpear mi cabeza.
—¡Es perfecto! Muchas gracias Candy, no te preocupes, sabes muy bien que no soy quisquilloso, sin embargo te pido de favor que no me llames príncipe, porque no lo soy.
—Tu dices que no eres un príncipe, pero hace un momento atrás, antes de salir a tomar el aire fresco en la colina, soñé contigo. Claro que lucías diferente, en mi sueños yo era apenas una niñita de seis años y tú parecías tener la misma edad de cuando te conocí.
—Ahora entiendo la razón de tu insomnio, pero estás de acuerdo que eso fue sólo un sueño y que yo en la vida real no soy ningún príncipe.
—Como digas Albert, aunque para mí seas como el príncipe de mis sueños de cuando era niña.
Esta mujer no paraba de sorprenderme, estaba tan emocionado que me volví torpe al caer en cuenta que volvería a dormir junto a ella. Me encontraba ensimismado codiciando el momento que cuando Candy volvió hablar me sentí avergonzado.
—Por cierto, de los seis años que llevo conociéndote, jamás, bueno a acepción de aquella vez que te pusiste de mi lado con el escándalo que ideo Eliza para molestarme, te había visto tan inquieto, pues siempre sabes manejar los problemas con la cabeza fría. Eras un joven tan adorable, con la facha de un chico rebelde, cabello largo, tan delgado y...
—¡Oye Candy! Tenía tan sólo diecisiete años, pero tienes razón, me siento igual de estúpido que en esa época, tengo el poder para direccionar el emporio Ardlay y sin embargo no sé cómo cerraré con éxito el convenio internacional.
—Mmm déjame adivinar, ¿esto se debe a la presión que está generando la compañía McLeod? O mejor dicho ¿el control que quieren tomar de las industrias Ardlay?.
—Así es, y sabes que es lo que más me molesta, que también pretendan invadir dentro de mi vida personal, acabo de hablar con Sofía, y le he dejado en claro que no voy hacerla mi prometida y mucho menos mi esposa, además de que ya está fuera del contrato.
Continuará
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"Una chica cuando sonríe" Edición OctoBert 2023, FanFic de Candy y Albert
FanfictionFanFic para la dinámica de Octobert 2023, desarrollare una pequeña historia con la palabra clave que corresponde a cada día del mes de octubre. Este facfic es de Albert y Candy como personajes principales, donde no todo es lo que parece, espero lo d...