"Una chica cuando sonríe" Edición OctoBert 2023, FanFic de Candy y Albert

Amanecer

Si por la noche, la atmósfera ya era hermosa y especial, estaba seguro de que el hermoso paisaje que se extendía ante mí, debía ser por la maravillosa compañía, ayuda y predicción de Candy.

Algo en mi corazón también me dictaba que este amanecer sería el inicio de muchos más, aún, si ella querrá estar junto a mi, o por su propio camino, pero de cualquier manera, mientras siga velando por su felicidad, así serán de bellos y esperanzadores.

Conforme reconocí mi ubicación, decidí hacer una escala en Lakewood, antes de encaminarme nuevamente a Chicago, me ayudaría adelantar parte de los trámites. Pues ahora sabía que en auto me tomaría tan sólo un par de horas, así que inicie mi nuevo viaje junto a Candy.

Era necesario comunicarme lo antes posible con George, pero para mí asombro, él ya se encontraba esperando en Lakewood, su mirada circunspecta me hacía sospechar que ya estaba al tanto de la situación. Nunca he sabido muy bien cómo es que George siempre logra ir mas delante, con tan pocas evidencias y encontrando lo indescriptible. 

Me encontraba tan emocionado, porque el convenio seguiría en marcha y esto gracias a Candy, me sentía más cercano a ella después de conocer más de su pasado, mi ser necesitaba demostrarle lo mucho que deseo su felicidad.

Antes de dejar Lakewood, comprendí lo importante que es el hogar de Pony para Candy, así que, se me ha ocurrido poner en marcha su remodelación y reabrirlo para que vuelva a ser un lugar pro activo.

Será una manera de agradecerle su valiosa ayuda, y no sólo eso, sino que también ella podrá realizar su noble misión como docente en la educación básica para niños de escasos recursos y/o con necesidades diferentes.

Candy estaba tan orgullosa y contenta por haber podido ayudarme y al mismo tiempo involucrado a su hermano Tom, que no pude contenerme y mi reacción automática fue,  capturar el instante mágico de su bella sonrisa, con un solo clic de la cámara fotográfica de mi teléfono celular.

Ella se quedó atónita por un instante, pues no le agrada mucho ser fotografiada, yo me quedé asustado, pero ese pequeño instante me dio el valor de acercarme a sus dulces labios y dejar un suave y tímido beso.