Piano

155 23 4
                                    

No podía creer que esto se distorsionaría de esta manera no tenía sentido. Caía la primera lluvia del verano y parecía tan gris, la vista dese mi ventana era como una acuarela deslavada por un líquido gris tan sucio como el plomo. Yo estaba dentro, pero la lluvia en realidad lograba empaparme de esa ácida y fría tempestad.

Ahora nada relacionado con el emporio Ardlay importaba, de cualquier forma mis socios del convenio junto a ello estaban protegidos aún sin mi.

La ventaja de haber creado un convenio con desarrollo sustentable sin beneficios privatizados lo mantenía al margen del ataque insidioso y de las demandas que McLeod Company había intentado aplicar.

Respondí la llamada controlando mi ira, la voz del otro lado mantenía un tono indiferente, al fondo alguien jugaba con las teclas de un piano desafinado.

Sofía quería hacer un intercambio, se había llevado a Candy en contra de su voluntad, a la mujer de vida a cambio de mi puesto de poder en las industrias Ardlay.

Si ahora mismo debía quedarme solo sin un centavo y en la calle, no me importaba. Sofía McLeod y su padre me han arrebatado a la persona más importante para mí, incluso más importante que mi propia vida.

Estaba dispuesto acceder a su extorsión para salvar la vida de mi adorada Candy. Así que comencé a tramitar mis derechos de sucesión de título como heredero y jefe del clan. Al final el dinero o el prestigio social no es nada, ni tampoco es más importante que la felicidad o la posibilidad de pasar la vida con la persona amada.

En cuanto tuve preparada la documentación necesaria, inmediatamente me puse en camino hacia la dirección dada por la gente de Sofía. Mientras conducía bajo la implacable lluvia y con el corazón en la mano, mi teléfono celular volvió a sonar.

El miedo se apoderó de mi rápido y peligrosamente, porque no había motivo para que Sofía me contactara de nuevo a esta altura del procedimiento, a excepción de que algo saliera mal.

Y de mi parte no había tiempo que perder y agilice todo lo que estaba a mi alcance para proteger a Candy. Así que no entendía porque Sofía no me estaba permitiendo llegar a tiempo y cerrar con lo acordado.

Pero la voz que sonó del otro lado de la línea no era Sofía sino Candy.

Continuará

"Una chica cuando sonríe" Edición OctoBert 2023, FanFic de Candy y Albert Donde viven las historias. Descúbrelo ahora