—Entrégalo. —Le hice un gesto para que me diera el cuadro.
—No soy el mejor pintor.
Puse los ojos en blanco.
—Estás hablando con un doncel que no sabe dibujar figuras de palo.
Sonrió y giró el lienzo de mala gana. El cuadro me dejó sin aliento. Tae había capturado el dolor de Namjoon y lo había atrapado en ese lienzo. Vivía bajo los colores del óleo, saltando del cuadro para instalarse con fuerza en mi corazón.
—Vaya —susurré, sin poder parpadear ni apartar la mirada.
Era una pieza impresionante, pero dolía físicamente de ver. Al igual que el día que lo vimos en la cresta, tuve la abrumadora necesidad de abrazarlo. Ansiaba quitarle algo de su dolor, absorberlo como una esponja seca. Tragué con fuerza y forcé una sonrisa. No quería que Tae pensara que mi reacción de asombro se debía a que era una pieza mala. Era hermosa. Penosamente hermosa.
—Has hecho un trabajo increíble.
—¿Tú crees? —Golpeó su dedo en la barra.
—Es increíble. Pero yo... Tengo una confesión.
—Suspiré—. Lo conozco.
Había mantenido mi relación casual con Namjoon en secreto para todos, sobre todo porque no había sabido exactamente cómo describirla. Y porque no sabía si iba a durar. Pero había durado lo suficiente como para sentir que le estaba guardando un secreto a mi amigo.
—¿Cómo? —preguntó Tae.
—Es mi vecino.
—Hmmm. —Él asintió—. Me preguntaba si vivía allí arriba.
—Hay más. —Dejé el cuadro en el suelo—. Estamos como... enganchados.
Se quedó con la boca abierta.
—¿Lo hacen?
—Sí. —Me encogí de hombros—. No es nada serio. Sólo una cosa casual.
—¿Casual?
—Nunca he hecho eso antes. ¿Lo has hecho?
Él negó con la cabeza.
—No sé si soy capaz de ser casual. Quiero decir, mírame a mí y a Jungkook. Intenté algo casual con él, me quedé embarazado y básicamente pensé en él todos los días durante seis años.
Tae me miró fijamente durante un largo momento antes de sonreír.
— Creo que esto es algo bueno.
—¿No crees que es demasiado pronto? —pregunté, expresando una de las muchas preocupaciones sobre mis encuentros con Namjoon.
—Llevas meses divorciado. Tú y Ken estaban separados desde mucho antes. Creo que es necesario encontrar a alguien nuevo.
Mis hombros cayeron con un inmenso alivio. Necesitaba escuchar esas palabras. Necesitaba que alguien a quien admiraba y en quien confiaba me dijera que estaba bien pasar de Ken.
—¿Te gusta? —preguntó Tae.
—Me gusta —admití—. Ninguno de los dos está interesado en algo serio. Realmente no sabemos nada el uno del otro, pero eso lo hace
divertido. Todo es diferente para mí. Pero por primera vez en años, no siento que tenga que actuar de cierta manera para impresionarlo. Es... liberador.La sonrisa cuadrada de Tae se amplió.
—Y no es difícil de mirar.
—No. —Me sonrojé—. No, no lo es.
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La tragedia que nos unió.
FanfictionKim Namjoon no quiere nada más que la soledad. Después que una tragedia impensable destruye a su familia, ha cortado todos los lazos con su vida anterior para poder luchar contra su dolor de la única forma que conoce. Solo. Así que cuando Seokjin ll...