Capitulo 2

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Todos de luto

Visenya estaba sentada en las gradas del lugar designado para su familia, ahora estaba en el dichoso torneo por el heredero.

Ella estaba preocupada pues su madre estaba en labor de parto desde hacía alguna horas.

- Nya no te preocupes, madre estará bien, disfruta del torneo - comenta Rhaenyra.
- ya lo se Nyra, pero sigo preocupada no me dejaron quedarme con ella - digo molesta.
- esta dando a luz, no es lugar para usted, al menos aún no - comenta Alicent.
- si, lo se gracias Alicent - respondo y miro la arena de combate.

En esta estaban los concursantes en fila esperando a Daemon quien elegiría un oponente, sonreí al ver como señalaba al hijo de la mano del rey.

Aplaudí cuando tumbó al Ser del caballo, sonreí cuando se acercó a las gradas con esa mirada coqueta que lo caracteriza.

- felicidades tío - Rhaenyra es la primera en acercarse junto a Alicent.
- gracias princesa - responde Daemon.

Yo me levanté sin prisa y me paré junto a mi hermana haciendo contacto visual con el.

- felicidades tío - digo con una sonrisa.
- gracias Ramé - sonrío al escuchar mi apodo.

Regrese a sentarme junto a María cuando mire que Daemon aún tenía su vista en mi.

- se que puedo ganar las demás competencias, pero tener su favor princesa Visenya lo aseguraría - habla mirándome.

Sonrío y de nuevo me levanto para tomar una de las coronas de rosas de una mesita y deslizarla por la lanza de él.

- mucha suerte tío - digo soltando la corona.
- gracias princesa - me guiña un ojo y se va.

Sentí una presión en el pecho que me preocupo, me lleve una mano a este.

- Nya, te sientes bien - pregunta Rhaenyra.
- si, solo fue una angustia pequeña - digo para tratar de calmarla.

Seguimos viendo el torneo hasta que me di cuenta de que mi padre ya no estaba en su lugar correspondiente.

Me levanté y fui a los aposentos donde se encontraba mi madre pues la presión en mi pecho aumentó.

Al llegar encontré a Otto Hightower en la entrada junto a unos guardias.

- princesa debería regresar al torneo - comenta al verme llegar.
- quiero ver a mi madre - digo firme.
- no es el momento alteza, es mejor que regrese a las gradas - se pone frente a la puerta.
- no fue pregunta, aún lado quiero ver a mi madre - digo y no le queda más remedio que dejarme pasar.

Cuando vi a mi madre no pude moverme, sentía que me faltaba el aire, estaba parada frente a la cama, el maestre y mi padre me miraban, quise gritar pero las palabras quedaban atoradas en mi garganta.

Mi cuerpo perdió fuerza y caí de rodillas al suelo, las lágrimas no salían pero las sentía quemar en mis ojos.

- Visenya - llama mi padre.
- qué has hecho - las palabras queman cuando logro pronunciarlas.
- hija - dice con temor.

Sentí unas manos pasar por mi cintura para levantarme y luego cargarme estilo princesa, no luche pues supe de inmediato quien era por su aroma, cerré los ojos y pase mi brazo por detrás de su cuello para sostenerme.

- te llevaré a tus aposentos - menciona y yo asiento, me sentía agotada.
- mi hermana - pregunto débilmente.
- en sus aposentos - responde.

Seguimos en silencio, yo no tenia fuerzas para hablar, Daemon me llevo cargando hasta dejarme en mi cama, luego se acosto junto a mi abrazándome.

La vida en la casa del DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora