Beautiful (Minsung)

Capítulo 2 Jisung

Jisung
Hyunjin hablaba y hablaba sin parar, pero yo ya no lo escuchaba, mis ojos se dirigieron como un imán hacia el chico que parecía a punto de vomitar, era hermoso, su perfil parecía labrado a mano, pero no se veía nada bien, inmediatamente noté que había estado muy buena su fiesta, ya que con mucho trabajo lograba mantenerse en pie.

La estación estaba llena de gente, todo era sumamente ruidoso, incluso más que mi adorado novio, que ni siquiera se dio cuenta que, en este momento, me encontraba perdido en la mirada de alguien que no era él.

Continuamos caminando rumbo al vagón del subterráneo, ya se nos había hecho tarde para llegar al departamento que compartíamos desde que yo había llegado a vivir a Seúl hace dos años, en ese momento no éramos una pareja, sólo dos estudiantes que, por azares del destino, coincidieron en la universidad y que buscaban un lugar en el cual vivir compartiendo gastos.

Nuestra relación formal inició hace apenas unos 6 meses, nos sentíamos cómodos el uno con el otro, compartíamos muchas cosas en común, pero, sobre todo, con Hyunjin me sentía en calma, y eso era algo que siempre necesitaba en mi vida ya que la ansiedad volvía inesperadamente cuando menos la esperaba.

Pero ahora, no podía despegar la mirada de ese extraño y no entendía por qué me sentía atraído hacia él, definitivamente no era mi tipo, no alguien que bebía y se encontraba desorientado en una estación del subterráneo.

De repente mis pensamientos fueron interrumpidos por la voz de mi novio que me apuraba tomándome del brazo para subir al vagón cuya puerta se abría frente a nosotros.

Por un instante creí ver en los ojos de ese extraño una súplica, como si quisiese hablarme, pero mi cuerpo siendo jalado dentro del vagón, hizo que mi mirada se dirigiera inmediatamente en esa dirección y de pronto la mano de mi novio sostenía la mía, sus ojos se posaban en los míos y su boca se curvaba en una hermosa sonrisa.
Porque sí, Hyunjin era sumamente hermoso en todos los aspectos, no sabía cómo es que tenía la suerte de que un chico así se haya fijado en mí.

Yo no era precisamente hermoso, me consideraba bonito, tierno y quizá un poco interesante, pero definitivamente no detenía el tráfico como él.

Mi cabello en ocasiones parecía estar en mi contra y aunque ahora lo traía en un tono castaño claro, no me hacía sentir especial.

Y así, perdido en estos pensamientos, me olvidé del chico de la estación, el que por un momento me hizo sentir algo que nunca podré explicar, pero que tampoco tenía interés por investigar.

Nada que me quitara la calma valía la pena y menos sosteniendo la mano del chicho que amo.

Bueno, eso pensaba yo.