Beautiful (Minsung)

Capítulo 31 La casa de la playa

Jisung.

Sentía el movimiento de la camioneta de Minho, era relajante, en cuanto me subí y bajé el respaldo, comencé a sentirme tranquilo y con mucho sueño. 

Dormitaba a ratos, escuchando la música de fondo que Min había puesto para hacer más placentero el viaje.

Yo le había enviado mensaje a mis padres informándoles de todo lo que había pasado. 

Ellos me contestaron que no me preocupara por nada, que siempre tendría su apoyo incondicional en todo lo que yo decidiera.

También envié un mensaje a mi director de carrera, ya me encontraba en la recta final y no quería tener problemas. Quedó de enviarme los trabajos por correo.

Minho y yo teníamos el apoyo de los chicos, incluidos Jinnie y Lixie, de igual forma, nosotros también los apoyábamos, aunque aún faltaba sentarnos a hablar los cuatro, todo se había acomodado de alguna forma.

De pronto sentí que la camioneta se detenía. Abrí los ojos y mirando a Minho le pregunté.

-¿Ya hemos llegado?

Él me sonrío y acariciando mi mejilla contestó.

-Así es Sungie, hemos llegado a la casa de playa de mi familia, bajaré todo para que podamos instalarnos. Mira, allí vienen las personas que ayudan a mantener todo en orden. Ellos se harán cargo.-

En eso escuché que una pareja de aproximadamente unos 45 años se nos acercaba y comenzaron a saludar a Minho que ya se había bajado de la camioneta y se dirigía para abrirme la puerta.

-Buenas noches joven Minho, esperamos que hayan tenido un buen viaje. Todo está listo tal y como nos lo solicitó. Nosotros llevaremos su equipaje a la habitación, ustedes pasen a cenar, deben venir con hambre.-

Minho ya estaba tomando mi mano para ayudarme a bajar y yo me giré para agradecer a la agradable pareja, diciéndoles.

-Muchas gracias por sus atenciones, mi nombre es Jisung.-

En eso Minho les dijo, sin soltarme de la mano.

-Es Han Jisung, hijo de los socios de mis padres, además es el chico que me robó el corazón en Malasia, cuando éramos niños.-

Yo me sonrojé y bajé la mirada, no sin antes darme cuenta que la pareja reía emocionada y nos alentaron a entrar a la casa entre buenos deseos y sonrisas.

Entramos a una de las casas más hermosas que había yo visto. Tenía una espectacular terraza que daba a un jardín en el cual se veía al fondo una escalinata que bajaba a la playa. A mi lado derecho se encontraba una escalera hermosa que llevaba a la planta alta. 

En eso Minho, tomándome de la cintura me encaminó hacia la izquierda diciéndome.

-Sungie, vamos al comedor, nos dejaron lista la cena, mira en el pasillo del fondo encontrarás el baño, pasa a lavarte las manos, yo iré a la cocina por lo que falta. Siéntete como en tu casa por favor.-

Yo lo miraba embelesado. El sentirme protegido y cuidado por él, hacia latir mi corazón. 

También me hacia sentir menos culpable por todo lo que había ocurrido, ya que durante el viaje escuché a Minho hablando por teléfono con Changbin y este le decía que Hyunjin y Félix ya estaban llegando a Seúl y que le habían mandado un mensaje diciéndole a Minho que por favor me cuidara mucho. 

Eso me hizo sentir tranquilo. Ellos no estaban enojados conmigo.

No me di cuenta que seguía mirándolo hasta que Minho me dijo con mucha dulzura.

-Cariño... las manos... el baño... ve.-

Yo pestañeé varias veces para salir del trance y sonriendo me dirigí al baño, era hermoso y olía delicioso. Me lavé también la cara y me refresqué antes de salir hacia el comedor.

La mesa estaba puesta con gran esmero y había muchas cosas para cenar, en eso llegó Min desde la cocina con unas bebidas. Yo me senté y esperé a que él también ocupara su lugar.

Nos miramos y sonreímos.

-Sungie, ¿qué quieres que te sirva primero? Quiero consentirte, aunque aún no me permitas acercarme como una pareja, dame permiso de cuidarte por favor.-

Yo lo miraba embobado, yo sabía que era suyo, pero el miedo me impedía precipitarme a tomar decisiones sin sentirme estable, dentro de mi, no quería herir a Jinnie o a Lixie.

-Quiero un poquito de todo, por favor. Tenme paciencia Minmin, siento algo muy profundo por ti, pero también tengo miedo. Ahorita lo único que deseo es descansar y olvidarme de todo, sé que estos días aquí contigo, son la mejor medicina que podría tener.-

Al decir esto, extendí mi mano hacia él para tomar la suya. Estuvimos por unos segundos sin soltarnos, sólo sintiéndonos y acariciándonos nuestras manos. En eso entró la pareja que cuidaba la casa y comenzó a decirnos.

-Jóvenes, sus cosas están en la habitación principal, ya acomodamos todo lo que venía en las maletas. Hay comida suficiente para una semana, así es que disfruten la casa y cualquier cosa nos pueden enviar un mensaje y vendremos inmediatamente. Joven Minho, si le parece bien, podemos regresar dentro de dos días para hacer limpieza.-

Minho, asintió moviendo su cabeza y después les dijo.

-Muchas gracias a los dos, por tener todo listo, no saben lo importante que es Sungie para mi y estos días deben ser lo más tranquilos para su recuperación. Lo aprecio con todo mi corazón.-

La pareja se miró mutuamente y sonrieron, dando a entender que sabían lo enamorados que estábamos. 

Eso hizo que mi corazón se sintiera lleno de paz. 

Estaba en un lugar seguro y en este momento no me cabía duda de que mi hogar eran los brazos de Minho.

Se retiraron dejándonos disfrutar nuestra cena, nuestra compañía y la hermosa plática que nos llenaba de risas y tranquilidad. 

Cuando terminamos, le ayudé a Min a levantar la mesa, llevar las cosas a la cocina, guardar los sobrantes en el refrigerador y a lavar los trastes.

Lo hacíamos con una facilidad como si lleváramos años viviendo juntos, todo era tan sencillo y fluido, que sin darme cuenta comencé a pensar en que quería esto para el resto de mi vida.

De pronto sentí la mano de Minho tomando la mía.

-Vamos Sungie, es hora de descansar, te llevaré a la recámara.-

Lo seguí escaleras arriba, no sin antes preguntarle.

-Minmin, ¿estás bien?, es decir, con todo esto, con que yo esté aquí y con el hecho de que me tengas que cuidar.-

El volteó a verme cuando terminábamos de subir la escalera y se detuvo en la puerta de la recámara principal diciéndome.

-Esto no es una carga Sungie, esto lo hago por amor, que te quede claro por favor. Tú eres el amor de mi vida.-

Mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas por la emoción que sentía. 

Antes de Hyunjin, yo creía que no merecía ser amado y con todo lo que había pasado entre los cuatro, creí que era una mala persona por haberme enamorado como un estúpido de Minho aún estando con Jinnie, pero saberme dueño del corazón del chico que también tenía el mío, era lo más hermoso que me había pasado en la vida.

Me acerqué a él y comencé a besarlo.

Primero fue lento, dulce y con toda la ternura que podía y quería mostrarle. 

Pero después me volví exigente y demandante, quería todo de él, lo quería en este mismo instante y sin pensarlo más, Minho me levantó en sus brazos y abriendo la puerta de la recámara nos dirigimos hacia la cama.