CAPÍTULO 36

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Paga lo que no debes.


-Dios, As ¿Qué te paso?- le preguntó Lia preocupada.

-Me golpee contra una pared y... me abrí el labio.- explicó Astian mientras centraba su atención en su transplantación de bubotuberculos en herbología.

-Estamos en pleno Junio, ¿no tienes calor? ¿Por qué usas una bufanda?- Draco que estaba al lado del pelinegro sólo intentaba no reírse.

-No, de hecho tal vez convertirme tanto en serpiente me ha afectado la temperatura.- Contestó el pelinegro y Draco se rió, Lia lo miró con los ojos entrecerrados.

-Oh mira que tarde es, tengo que correr, quedé en ayudarle a Harry hoy a la hora de la comida, tengo que irme.- Astian agarró sus cosas, antes de que Wolfberg le dijera que aún no sonaba la campana en ese momento sonó, luego se acercó a Draco y miro una marca roja apenas visible, ya que el cuello de la camisa la tapaba.

-¿Tú que me vas a decir? ¿Qué te ha mordido un animal?- le pregunto al rubio, este se rió y para su sorpresa no salió corriendo como su amigo.

-Si, me ha atacado una serpiente peligrosa.- se rió y tomó sus cosas para irse.

-¡He llegado! ¡practiquemos!- llegó al salón de transformaciones dónde estaban sus amigos que lo veían muy raro.

-¿Qué te pasó? ¿Te volvieron a atacar?- preguntó Hermione mientras se acercaba a él, Ron y Hermione ya estaban muy enterados de lo que pasó la noche que se encontraron al señor Crouch.

-N..no, solo me he resbalado con un juguete de Will y me abrí el labio, pero... sigamos, Harry aún tiene mucho que hacer y mi brazo ya está bien.- levantó ambos pulgares.

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La mañana del Día de la última prueba todos hablaban sobre ello, Astian ya no usaba su bufanda y no tenía ninguna marca, herida o rasguño, Lia le preguntaba que había pasado el día que celebro el cumpleaños de Draco, pero el sólo le decía que bailaron, le cantó una canción y le dió un pastel.

El correo llegó como de costumbre, Astian no recibió cartas, pero tampoco le sorprendió mucho.

-Hoy tenemos exámen de historia y me he quedado dormido al menos la mitad de sus clases, no se ni siquiera si el haber leído todo el libro me ayude de algo.- se quejó Astian mientras se recargaba en el hombro de Draco y chismoseaba su correo.

-No tengo nada para ti, si es lo que te preguntas, mi mamá solo te manda saludos como de costumbre y pregunta sobre como estamos ambos.- contestó tranquilamente el rubio mientras leía sus cartas.

-¿Le contaste lo que hice en tu cumpleaños?- preguntó Black mientras acariciaba el pico del búho que le había llevado el correo a Malfoy.

-¿Qué parte? Sobre que me hiciste un baile romántico y me cantaste o cuando me...- en ese momento Astian le tapó la boca al rubio, no se cansaba de molestarlo con lo que paso.

-Es obvio que no le vas a contar esas cosas a tu madre.- Black estaba rojo, Draco tomó la mano de Astian y la quito de su boca sin soltar al pelinegro.

-¿Por qué te avergüenzas? Esa noche no te sonrojaste así, solo cuando...

-Ya ya ya entendí, cállate.- tapó de nuevo la boca del chico con la mano que no estaba agarrada.

-¿Qué entendiste?- lo miró con una sonrisa burlona.

-Que eres un fastidioso, arrogante, que disfruta hacerme la vida imposible.- el pelinegro se veía molesto.

El hurón y la Serpiente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora