El hurón y la Serpiente

CAPITULO 18

Plataforma Elfica de defensa de los derechos obreros.

A la mañana siguiente antes de llegar a su mesa, una Hermione muy emocionada llegó con Astian casi chocando con él.

–Hola, ¿Se puede saber por qué estás tan eufórica?– Astian ya no se veía como ayer, tenía una amable sonrisa y se veía muy tranquilo
–¿Recuerdas que defendiste a la elfina del señor Crouch en los mundiales?– a Astian le pareció extraña la pregunta.
–Hum... Si, tengo claro que  termine con un ojo hinchado por eso– se rió al recordar su pelea con Percy.

–Bueno, bueno... Estoy segura de que tú apoyaras mi causa.– Astian miró la caja que tenía su amiga, tenía muchas insignias.

–¿P.E.D.D.O?– miró confundido a la chica.
–Plataforma Elfica de
Defensa de los Derechos Obreros.– Hermione tenía una gran sonrisa. –¿Sabías que aquí hay cientos de ellos trabajando y ninguno tiene sueldo o bajas por enfermedad, ni vacaciones?– Astian tuvo que fingir sorpresa e indignación al ver la molestia de su amiga.
–¡Oh Dios! Eso es terrible, se supone que Hogwarts debería ser un ejemplo de un trato digno a cada criatura, incluso el sauce boxeador goza de privilegios.

–¡Lo sé! Lo que queremos lograr es que los elfos domésticos tengan un salario digno y buenas condiciones laborales y hacer un cambio en el departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas. – Aunque Astian estaba de acuerdo en que todas las criaturas merecían respeto, tal vez exepto los escregrutos y los gusarajos... Y los grindylows, los Hynkypunks... pero eso era aparte, creía que Hermione se estaba excediendo demasiado.

–¿Te quieres afiliar? Se que nos apoyaras – Astian dudó un poco.
–Bueno... ¿Cuántos miembros son?
–si te unes tu, seríamos cuatro. – No le sorprendía en lo absoluto.
–Hum... Me encantaría pero me parece algo  incongruente si yo tengo un elfo doméstico.– Hermione casi deja caer la caja. –Aunque si lo comparamos con como son tratados la mayoría de elfos... Kreacher vive muy bien, Aún así...– No pudo terminar cuándo Hermione le puso una insignia en la túnica.
–Son dos sickles por afiliación, todo lo ganado será destinado a la campaña.– Astian se quedó sin palabras. –Deja que llegue el tesorero – Astian se rió al ver a Ron con una cara malhumorada y una lata en la mano. –Vaya, que... Que bien.– Astian se limitó a sonreír mientras Ron le susurraba «Por favor sálvame de esta loca»
–Bien, ¿Qué te parece si me llevo varias?– la chica se puso muy feliz, Astian le llevaba una a Lia, Draco, Cedric y había comprado al menos diez más solo para ayudar a sus amigos, mientras metía el dinero a la lata llegó Harry corriendo.

–¡Astian! Es canuto...– dijó en un susurro.
–¿Qué? ¿Qué pasa con él?– el chico entendió inmediatamente y su sonrisa se había borrado.
–Dijo que venía hacia el norte, ayer me ha llegado una carta de él, ¿Recuerdas lo que te dije? La carta, la cicatriz...– Astian lo tomó por los hombros.
–¡Harry! ¡Tenemos que evitarlo! Dios... Pensé que era más inteligente.–
–Ya.. ya le he escrito una carta. – Astian se rió con ironia.
–Harry... ¿Tu crees que eso lo va a detener? No conoces a ese hombre.– ahora Astian se veía sumamente histérico, Hermione tuvo que calmarlo.

–¡Astian relajate!– la gente que estaba alrededor los miro cuando se escuchó el fuerte sonido de la mano de la chica contra la mejilla de el pelinegro, Astian sólo la miro con los ojos muy abiertos sorprendído, Ron y Harry se quedaron boquiabiertos, sabian que apesar de tener mucha paciencia, Astian tenia un terrible temperamento.

–Lo siento, pero entiéndeme Hermione, ya lo  tuve que ver irse de mi vida dos veces y no voy a resistir perderlo para siempre.–
–Solo te digo que como lechuza es más fácil que lo encuentren los Dementores antes que tú.– parecia mas una advertencia de que no hiciera una estupidez.