El hurón y la Serpiente

CAPÍTULO 5

Chimeneas explosivas

Harry pasó los siguientes días en la casa Black sumamente feliz, aveces la comida la preparaba el elfo doméstico (que ya había conocido Harry y como era el esperar de Astian, Kreacher se la pasaba murmurando cosas), otras veces era Astian el que cocinaba y para sorpresa de Harry, lo hacía bastante bien sin ayuda de magia, se la pasaban jugando ajedrez, naipes, salían al jardín a comer golosinas mientras veían las estrellas, incluso Astian le prestó su escoba ya que él todavía tenía la suya en casa, para volar en un gran campo abandonado que tenía muros enormes, perfecto para no ser vistos, también tuvo el honor de conocer a la abuela de Astian, que por suerte el chico hablo con ella y casi no insulto a Harry, también conoció a Tonks, aunque ya la había visto en el callejón Diagon cuando se encontró a Astian, pero se veía diferente, ahora tenía el cabello lacio hasta los hombros de un color morado muy parecido al del autobús Noctámbulo.
–Harry, que gusto por fin tenerte aquí, mi pequeño As me ha hablado tanto de ti, obviamente Remus también...–la chica lo abrazaba con mucho cariño mientras le hablaba sobre todo lo que había escuchado de él, tanto por sus amigos cómo por otros lados. Le mandó cartas a Ron y Hermione explicando con quién estaba, solo no daba la ubicación exacta como se lo había recomendado Astian, Ron le había dicho que dos días antes de los mundiales irían por él a su casa en Privet Drive, y aunque Harry no quisiera volver a ese lugar, Astian ya le había dicho que irían por sus cosas para el colegio antes de irse a «la Madriguera» y así fue, llegó ese día, y como ambos no podían viajar en aero lechuza y ya llevaban equipaje, tuvieron que pedir un taxi, aunque apenas cabían sus baúles en el pequeño Auto, Tonks insistía en acompañarlos pero Harry sabía que si Astian viéndose "normal" no era aceptado en su hogar, la chica de ahora cabello largo naranja brillante sería aún más juzgada.
–Por favor, por favor, por favor, cuidense mucho, escríbeme cualquier cosa, pórtense bien y mucha, suerte, diviértanse.– Tonks realmente se veía como una mamá preocupada, le dió un apretado abrazo a cada uno junto a un beso en la mejilla,  ahora Lupin se estaba despidiendo.
–Haganle caso en todo a Molly y Arthur, no causen problemas, cuidense.–ahora miró a Astian. – Y por favor sin importar que digan o hagan los Dursley, no les digas o hagas algo.– abrazó a ambos.
–Diviértanse mucho mis niños, buen camino.-

Ambos ya estaban en el auto y se despedían con la mano de los adultos.
–Extrañare estar aqui.– Harry veía como iban dejando la calle atrás.
–Oye, no digas eso como si jamás fueras a regresar, después de todo ya tienes tu propia habitación.– Astian lo miró con una sonrisa y el gato dentro de la gatera soltó un maullido.
–Hasta Will lo entiende.

Tardaron un poco en llegar, pero ya estaban en el número cuatro de Privet Drive bajando su cosas del auto.

–Estoy seguro que se van a morir al pensar que nos vamos a quedar aquí.– Astian llevaba su baúl con todas sus cosas y como Harry tenía todo en casa de sus tíos, solo llevaba la misma mochila y otra extra con lo que le había dado Astian.

Astian ya se estaba acomodando la camisa de color negro y el cabello para tocar la puerta cuando está se abrió y salió el tío Vernon.
–¡No señor! ¡Ni crea que usted se va a quedar en esta casa! Suficiente es con que los vean aquí.– Astian miró de reojo a Harry, como si le quisiera decir «te lo dije»

–No, señor Dursley, apesar de que se que usted estaría encantado de darme alojamiento en su hogar, no he venido a quedarme.– tenía ese tono calmado de costumbre. –Hemos venido por las cosas faltantes de Harry...– Tio Vernon vió el equipaje de Astian. –Pero... Me temo que hemos quedado con otra persona en que nos recogería aqui.– El hombre paso de un blanco de susto, a un rojo de enojo casi morado.
–¡¿Piensan traer a mas gente como ustedes aquí?!– Astian le pidió que bajara la voz.
–Señor Dursley, creo que ni a usted ni a mí nos gusta hacer escenas y llamar la atención, así que... Si no quiere que más gente nos mire y se entere, déjenos entrar por favor. – parecia que el hombre se quedó analizando la escena, Astian tenia razón, sus gritos hacia dos jóvenes en la entrada había hecho que muchas personas se asomarán por sus ventanas, Vernon los dejo pasar mientras fingía una sonrisa a sus vecinos.
–Me parece... Que la señora Weasley ya le había comentado que aquí sería nuestro punto de encuentro.– antes de que Harry preguntará algo, al igual que la primera vez Astian le pidió que fuera por sus cosas mientras él hablaba con sus tíos.