ᝰ capítulo 23 💌

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Parte 2 / 4

El frío en su sien le hizo removerse
sobre la superficie suave en donde
se encontraba recostado. Jungkook
lanzó un quejido ahogado cuando
el dolor se expandió por todo su
cráneo y hasta su nuca, volviéndose
insoportable.

-Tiene la presión baja, por eso
se desmayó. El golpe lo debilitó lo
suficiente como para provocar el
colapso. -una mujer mencionó, y
el castaño apretó ambos párpados
antes de abrir sus ojos por
completo. El foco de luz blanca le
provocó aún más dolor, y lo expresó
con una mueca en su boca reseca.
-Parece que ya despertó.

-¿Jungkook?-alguien lo llamó, y él
parpadeó varias veces antes de
reconocer aquel tono de voz. -
¿Te… Duele mucho? ¿Quieres algo?

-Agua. -pidió, y no pasó mucho
tiempo para que una botella de
plástico fuera puesta delante suyo.
Jimin lo tomó de la nuca,
ayudándolo a incorporarse para
poder beber de ella. -Gracias-
mencionó luego, encontrándose
con la expresión preocupada del
rubio.

Observó toda la sala de la
enfermería, encontrándose con
la enfermera de bata celeste
revisando un estante lleno de
medicamentos, y a Im Nayeon
sentada sobre una silla a lo lejos,
esperando por él. Recuerda como
ella le preguntó si se encontraba
bien antes de desmayarse en medio
del juego.

-Estas pastillas te harán bien. -la
enfermera se aproximó, dejándolas
sobre la mesita de luz junto a
la camilla donde se encontraba
reposando. -De igual forma, esto
no es lo único. Debes alimentarte
bien, consumir alimentos con
proteínas y muchas frutas para las
vitaminas. Creo que alguien aquí no
ha estado preocupándose mucho
por su estado de salud, ¿no?–
Jungkook bajó la cabeza, avergonzado
por la mirada atenta de todos
sobre él.-También quiero que
sepas una cosa, Jungkook. El psicólogo
de la institución está disponible,
para ti y para todos. Hay cosas que
necesitan hablarse con alguien.
Me informaron que tus padres no
asisten a ninguna reunión o evento
y eso es alarmante. Te programaré
una cita con él, ¿estás de acuerdo
con eso?

El castaño se hundió aún más en
su lugar sobre la camilla cuando
sintió las miradas persistentes
de los otros chicos sobre él.
Le avergonzaba que ambos, y
principalmente Jimin, supiesen
sobre su lamentable situación
personal.

-Está bien. -fue lo que se limitó a
responder, abrazando sus piernas.

-Bien. Mañana te daré el
certificado con el día y la hora, ¿sí?
Esperemos que sea lo más pronto
posible. -la mujer acarició su
cabello con suavidad. -Ahora iré
a atender a un chico que se golpeo
el tabique nasal con la pelota de
fútbol. Cualquier cosa, tus amigos
pueden ir a buscarme.

Y se retiró, haciendo sonar sus
tacones negros. Jungkook suspiró,
temeroso por levantar la mirada,
sin embargo, su corazón se aceleró
cuando la mano de Park se posó
en su espalda, acariciándolo
suavemente.

-¿Tienes hambre? Puedo ir a
comprarte algo. -mencionó con la
voz baja.

-No es necesario, pero... Gracias.

-Jungkook. -esa fue Nayeon, y él
levantó la mirada hacia ella, menos
avergonzado que con el capitán
de natación. -Me preocupé por ti
cuando te vi tan pálido en medio
del juego. Pero, me alegra que
no sea nada grave. Aún así... -se
aclaró la garganta, visiblemente
nerviosa por la atenta mirada de
ambos sobre ella. -Soy alguien con
quien puedes contar, ¿sí?

Jungkook sonrió en su dirección.
Sus palabras habían provocado
una sensación agradable en su
estómago.

-Gracias, lo aprecio mucho, de
verdad.

Desvió la vista hacia Jimin
después; Sus ojos oscuros lo
observaban de cerca, expectantes
y luminosos.

-Quiero que vayamos a comer
juntos ahora. -fue lo que el
rubio le dijo.



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