ᝰ capítulo 1O 💌

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-¿Te gustaría con esto,Kook? -
Hoseok cuestionó a un distraído
pelirrosa, quien recorría toda la
extensión de la cafetería con la
mirada-¡Jungkook!

-Eh... ¿Eh?-el chico pronunció,
confundido. No había podido dar
con la localización de Felix en toda
la mañana y comenzaba a ponerse
nervioso. El no era una persona
que perdiera la paciencia con
facilidad, no obstante, la ausencia
de sus preciadas notitas rosadas
comenzaba a afectarle. Le urgía
encontrar al chico y así aclarar sus
dudas.

-Llevo hablándote desde hace rato
pero no me estás escuchando, ¿qué
sucede? ¿Está todo bien?

-Todo está bien, Hobi.¿Qué me
decías?

-Bueno, te pregunté si querías
salsa de chocolate o de vainilla
sobre el helado de menta, pero tú…

-Hoseok. -lo detuvo
abruptamente, recordando un
detalle. Su amigo llamaba a
Namjoon paranoico, pero, ¿y si
tenía razón en sus suposiciones?
Nadie lo sabía, y Jungkook
comenzaba a desconfiar de todo
el mundo. -¿Por qué no estás con
Yoongi ahora?

El pelirrojo frente a él abrió la boca,
cerrándola casi al instante cuando
pareció atascarse con las palabras.

-Bueno... Tuvimos una pelea ayer.
-afirmó, cabizbajo. -No quería
decírtelo para no preocuparte, sé
cómo eres en estos asuntos.

Jungkook se quedó estático, sin
saber cuáles debían ser sus
pensamientos. En otra ocasión,
posiblemente habría abrazado a su
amigo con ímpetu para consolarle
y al mismo tiempo, aconsejarle en
lo que necesitara, pero... Algo hacía
ruido en su agilizada mentecita.
Una idea estúpida de la cual se
arrepentiría más tarde si no medía
sus palabras.

Sin embargo, ¿qué ocurría si
Namjoon estaba en lo cierto? En
efecto, él no sabría qué hacer. Y
cuando menos lo esperó, lanzó la
daga.

-Hoseok, yo... ¿Yo te gusto?-
los amplios ojos del pelirrojo lo
observaron con estupefacción,
mientras sus mejillas comenzaban
a teñirse de rojo en un estado que
Jungkook no supo clasificar. Sea
cual fuere, ya había tirado la piedra
y era muy tarde para redimirse.

-¿Q-qué?-la nuez de adán de
Hoseok se movió al tragar saliva,
y observó hacia sus costados
varias veces, como si buscara una
milagrosa escapatoria. -N-no.
¿Qué... Te dijo Yoongi?

-Yo no hablé con Yoongi.-
mencionó, carraspeando ante la
ronquera de su voz. El ambiente
comenzaba a tornarse incómodo
por algún motivo-¿Por qué él
debería decirme algo?

-Mira, Jungkook. -el chico pareció
recomponerse, tomándolo de
ambos hombros. -Nuestra pelea
fue por una estupidez, sea lo
que sea que te haya dicho, no lo
escuches. Es cierto que se enojó
conmigo porque paso más tiempo
contigo que con él, pero eso no
significa que tenga sentimientos
por ti más allá de los amistosos,
¿entiendes? No pasa nada, no
debes preocuparte. Sólo... Eres
mi amigo, ¿está bien?

El pelirrosa asintió ante la
convicción de sus palabras y la
desesperación en su tono. Estaba
generando problemas entre ellos
dos de manera inconsciente y
aquello le hacía sentir culpable,
mucho más por haber creído que
de verdad Hoseok podría sentir
algo más por él.

Qué idiota había sido por un
momento. Quizás debía de
evitar que las tontas notas de su
admirador le afectaran.

Iba a darse la media vuelta cuando
su espalda chocó contra un cuerpo.
Al voltearse precipitadamente,
Jungkook se encontró con cierto
chico rubio que robaba los
suspiros de toda la comunidad
estudiantil.

Park Jimin estaba frente a él,
sonriendo con nerviosismo.

-Lo siento, no fue mi intención
empujarte. -el chico susurró,
yéndose rápidamente para
salir de la cafetería.

Encogiéndose de hombros, Jungkook
decidió ignorarlo, sin saber que al
llegar a su hogar horas más tarde,
encontraría en el bolsillo de su
chaqueta blanca, una de las notitas
que tanto había extrañado.

¡bonito! 𓍢 ִֶָ  jikook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora