ᝰ capítulo 26 💌

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Jungkook era consciente de que,
cuando cometía errores, debía
pagar por ellos de cierta manera. Su
madre le había inculcado aquella
enseñanza con esmero.

Por aquel motivo, cada vez que
sentía haber cometido cualquier
error, procuraba agachar la
cabeza y simplemente asentir a
los regaños. Todo eso, hasta que
comenzó a crecer y su mentalidad
se desarrolló aún más. Para
entonces, el castaño creía que
su madre no era quien para
marcarle los puntos cuando ella
misma parecía reacia a hacerse
responsable de él, apareciendo
únicamente cuando debía imponer
su autoridad por sobre su hijo.

Aunque claro, si él dijera todo eso
en voz alta, ella llamaría a su padre,
quien viajaría exclusivamente
desde el otro lado de Seúl para
imponerle un castigo. Porque Jungkook
no tenía voz, ni voto, ni siquiera una
opinión. Jungkook sólo era el chiquillo
gay demasiado afeminado para su
propio bien, una cualidad que le
fue remarcada con ímpetu en aquel
último tiempo.

La copa de vino que su madre
tenía en la mano estalló de pronto,
derramando todo el líquido oscuro
sobre el mantel que cubría la mesa.
Él la miró con preocupación; los
cristales parecían clavarse en su
palma, pero ella sólo enfocaba su
mirada enfurecida en él, haciéndole
temblar inconscientemente.

-Dime que no eres un marica.

Apretó los puños sobre su regazo,
deseando hundirse en su silla. Su
tono había sonado tan amenazante
que le quitó la poca valentía que
logró acumular.

-Y-yo... No...-

-¿No qué? -casi le gritó, y Jungkook
sólo tragó saliva-¡Contéstame!

-¡Te dije que..! -levantó la voz,
deteniendo sus palabras cuando
ella se incorporó de forma abrupta
de la silla, levantando la mano
lastimada hacia él.

-No me levantes la voz maldito
mocoso, soy tu madre. -masculló
entre dientes, como un perro
rabioso. Respiraba con agitación.
-Te gustan los hombres, ¿verdad?
Ese chico... Al que estabas besando,
¿es tu novio? Dime la verdad o te
golpearé.

-Jimin no es mi novio.-
susurró; sus ojos llenándose de
lágrimas.

-¿Eres gay?

-No... N-no lo sé...-

-¿No lo sabes? ¿Cómo puedes
no saberlo?-su madre lo tomó
bruscamente por los hombros,
levantándolo de su asiento. Lo
sacudió con fiereza mientras
continuaba exclamando en su
cara: -¡Es tan sencillo¡ ¡Te estabas
besando con él, por supuesto que
eres un estúpido homosexual!-
lo empujó, haciendo que chocara
contra el borde de la mesa,
llevando la palma sana hacia su
frente. Jungkook se percató de que la
sangre había quedado en su ropa
también.-Tu padre me dijo que lo
eras, pero yo no lo creía.

-Mamá…-

-¡No te me acerques!-espetó,
dándose la media vuelta para
dirigirse a la cocina y lavar su
palma ensangrentada.

Jungkook sorbió por la nariz, llorando
en silencio. Estaba claro, la mujer
Ilamaría a su padre, quien muy
seguramente, le daría la paliza
de su vida. Pero era su culpa. No
debió haber besado a Jimin
frente a su casa, corriendo el riesgo
de ser vistos, para que todo aquel
espectáculo ocurriera después. Fue
impulsivo, y estaba sufriendo las
consecuencias.

Su madre volteó hacia él minutos
después de permanecer en silencio,
observándolo colérica. Se acercó lo
suficiente, levantando ligeramente
su cabeza hacia Jungkook al ser más
alto que ella.

-Escúchame bien. Antes de que
finalice la siguiente semana, quiero
que consigas una novia para que
me la presentes a mí y  a tu padre.
-Su corazón se detuvo, mientras
que ella apuntó su dedo índice
en su pecho. -Jamás aceptaré
que mi hijo sea gay, ¿entiendes?
Suficiente tuve durante todos estos
años en que soporté que actuaras
como uno, para que ahora vengas a
confirmármelo. Haz lo que te digo, y
tu padre jamás se enterará de esto.




¡bonito! 𓍢 ִֶָ  jikook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora