—Está bien; entonces este curso estudiáremos juntas; nos ayudaremos a aprovechar esto.—Vega puso su mano en mi hombro, y sonrió.—Pero empezaremos mañana. Hoy te vienes conmigo de compras.—Miré a Vega, que esperaba una respuesta.
—Bueno, vale.—Vega sonrió de nuevo, y me empezó a hablar de todas y cada una de las tiendas a las que me iba a llevar.
Sabía que tenía que tomarme en serio este curso; pero Vega tenía razón; hoy era el primer día; tenía derecho a divertirme un poco y, además, lo necesitaba.
Al escuchar a Vega hablar de aquellas tiendas, pensé en comprarme un vestido; y recordé la fiesta que había mencionado Blake en su casa esa noche.
—Hay una fiesta en casa de un amigo esta noche, podrías venirte.—Sin pensarlo un solo segundo, Vega respondió.
—¿Una fiesta? Me encantan las fiestas.—Justo cuando Vega terminó de decir aquella frase, vi a Nora, que venía con Liam a su lado. La verdad es que, tanto mi amiga como Liam rebosaban felicidad; y eso me hacía sentir orgullosa. Nora se merecía ser feliz; y, con Liam, parecía serlo.
—Ahora vuelvo.— Me levanté y me dirigí hacia ellos, antes de que llegaran. Tenía muchas ganas de ver a Nora después de nuestro primer día en la Universidad.
Saludé a Liam con una sonrisa, y después le di un abrazo a mi amiga.
—¿Qué tal tu primer día de clases?—Nora me miró intrigada—¿Ha venido Caín? John estaba preocupado. Lleva una semana sin responderle.
—Sí, ha venido a clase. Después te cuento.—Tenía ganas de desahogarme y explicarle a Nora lo bipolar que era ese chico, pero no era el momento. No con Liam. —Ahora quiero presentarte a mi compañera de clase, creo que vamos a hacer muy buenas migas.—Nora sonrió, y tanto ella como Liam me siguieron hasta la mesa de la cafetería en la que ella estaba sentada.
—Vega, ella es Nora, y él es Liam, su novio.— Nora se acercó a Vega y le dio dos besos, después, Liam hizo lo mismo.
—Encantada, Vega.— Nora me miró—Liam me ha dicho que hay una fiesta esta noche en casa de Blake, podría venir con nosotras.
—Sí, me he encontrado antes con Blake y me lo ha dicho. Ya le he dicho a Vega que podía venirse y ha dicho que sí.
Los cuatro pedimos algo de comer en la cafetería, y estuvimos todo el descanso comentando qué nos había parecido hasta ahora la Universidad.
Mientras hablábamos, no pude evitar pensar en Caín, y en qué, ahora, éramos amigos. Aunque me daba algo de miedo confiar en él, después de ver cómo había tratado a Crystell.
Cuando acabó el descanso y nos hubimos despedido de Liam y Nora, Vega me estuvo explicando que, para los que buscan los mejores precios, el centro comercial Sawgrass Mills de Miami era el lugar ideal, que estaba situado a 40 minutos del centro de la ciudad de Miami, y que ese centro comercial era el número uno de los outlets (centro comercial de tiendas con descuento permanente) más grandes del mundo.
Después de pasarnos por unas máquinas expendedoras que había en el campus para comprar algo de beber, salimos de la Universidad y nos dirigimos hacia la estación más cercana de Metrorail, un tren tan elevado que atraviesa Miami de Norte a Sur, con dos líneas de 40 kilómetros que recorren 23 estaciones. Algunas de las paradas del Metrorail de Miami se encuentran en lugares de interés turístico, como Coconut Grove, el Museo Vizcaya, Brickell Avenue o Government Center.
Para llegar a Sawgrass Mills, debíamos bajarnos en Brickell Avenue.
Cuando llegamos a la estación de Metrorail más cercana, caminamos unos diez minutos hasta llegar al andén donde debíamos esperar nuestro tren; aunque no le faltaban más de cuarenta segundos.
ESTÁS LEYENDO
𝐀𝐍𝐓𝐄𝐒 𝐃𝐄 𝐂𝐎𝐍𝐎𝐂𝐄𝐑𝐓𝐄 (Esquivando el dolor)
Novela Juvenil𝐔𝐧𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐞 𝐫𝐞𝐜𝐨𝐫𝐝𝐚𝐫á 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐥 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐥𝐚 𝐜𝐚𝐩𝐚𝐜𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐝𝐞 𝐬𝐚𝐥𝐯𝐚𝐫, 𝐢𝐧𝐜𝐥𝐮𝐬𝐨, 𝐚 𝐥𝐚𝐬 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐬 𝐦á𝐬 𝐫𝐨𝐭𝐚𝐬. Una joven escapa de una relación de maltrato y se embarca e...