Muffliato 𝑫.𝑴. -Traducción.

1- ENCUENTRO.

ALORA LIN.

Caminé penosamente por el pasillo del Expreso de Hogwarts, cargando mi pesado bolso detrás de mí. Utilicé mi mano libre para intentar aplanar mi falda blanca plisada que amenazaba con subirme por los muslos con cada paso que daba. Mi sudadera extra grande azul Ravenclaw abrazaba muy bien mi cuerpo, manteniéndome caliente mientras caminaba por el pasillo con aire acondicionado.

Tirando del cuello blanco que asomaba por debajo de mi sudadera, miré cada compartimento por el que pasaba, esperando ver a algunos de mis amigos de Ravenclaw a quienes no había visto en todo el verano.

Mientras miraba por encima de mi hombro derecho para ver si algún compartimento próximo estaba ocupado, alguien chocó contra mi hombro izquierdo. El pasillo era muy estrecho, así que sentí sus brazos tensarse cuando pasaron a mi lado y escupieron: "Mira por dónde vas, imbécil asquerosa".

La voz fría envió escalofríos por mi espalda. Apreté los dientes y clavé las uñas en las palmas de las manos, maldiciéndome por toparme con él precisamente.

Entrecerré los ojos y me giré para mirar la parte posterior de la cabeza de Draco Malfoy mientras él continuaba caminando sin pensar por el pasillo. Sacudí la cabeza y murmuré en voz baja: "Ve a chuparte la polla, Malfoy".

Se detuvo en seco y se giró para mirarme. Sus ojos fríos y grises ardieron en los míos de color marrón oscuro, amenazándome con repetir lo que había dicho. "¿Qué fue eso, Lin?"

Enderecé mi postura, decidida a mostrarle que sus amenazas nunca me desconcertarán. Fingiendo una sonrisa, incliné la cabeza hacia un lado y dije: "¡Oh, nada!"

Se quedó allí por un segundo, convirtiendo sus labios en esa mueca fea que siempre hace cuando intenta intimidar a alguien. Me miró de arriba abajo antes de burlarse y girar sobre sus talones, continuando por el pasillo hacia los compartimentos de Slytherin.

Puse los ojos en blanco y me di la vuelta. Uno pensaría que Malfoy maduraría y sería un poco más respetuoso considerando que nos acercamos al Año 4. Pero no, sigue siendo tan imbécil como cuando puso un pie en Hogwarts por primera vez en el Año 1.

Por otra parte, ¿a quién engaño? Estamos hablando de Malfoy. ¿Cómo podría esperar de él otra cosa que insultos y amenazas?

Continué mi caminata por el pasillo hasta que finalmente escuché a alguien decir mi nombre. Levanté la vista y vi a mi amiga Cho agitando las manos frenéticamente desde un compartimento a unas puertas de donde yo estaba. Una enorme sonrisa apareció en mi rostro mientras aceleraba el paso.

Finalmente llegué a Cho antes de envolverla en un gran abrazo. "¿Cómo estuvo tu verano, Cho? ¡Te extrañé mucho!"

Ella me devolvió la sonrisa, metiéndose un mechón de pelo detrás de las orejas mientras se ofrecía a tomar mi bolso y colocarlo en los asientos acolchados dentro de su compartimento. "¡Yo también te extrañé, Álora! Y estoy bien. Fue un verano bastante aburrida, si voy a ser honesta. Así que estoy muy emocionada de volver".

Mientras terminaba su frase, trató de mirar casualmente por encima del hombro. Fruncí el ceño mientras seguía su mirada. Mis labios se convirtieron en una sonrisa cuando vi a Cedric Diggory apoyado contra la pared del pasillo, bromeando con algunos de sus amigos de Hufflepuff.

"Ahh", comencé. "Por eso estás emocionada de volver".

Cho se dio la vuelta y un leve rubor rosado apareció en sus mejillas. "¿Q-qué?" ella tartamudeó. "No, jaja, n-no, en absoluto. Francamente, ni siquiera sé de qué estás hablando".

Moví las cejas, burlándome de ella por estar enamorada de alguien que estaba dos años por encima de nosotros.

Cuando se volvió para mirar a Cedric una vez más, él giró la cabeza y miró en nuestra dirección. Sus labios lentamente se convirtieron en una sonrisa mientras nos miraba a los dos; Por una fracción de segundo, pensé que sus ojos se habían posado en mí. Salí de mi trance cuando noté que las rodillas de Cho se habían doblado bajo su peso; Rápidamente la agarré del brazo antes de que pudiera caer.