Muffliato 𝑫.𝑴. -Traducción.

15- REHÉN.

Draco Malfoy.

Caminé hasta el muelle junto al Gran Lago con Crabbe y Goyle a cada lado de mí. Caminábamos hacia los pequeños botes que nos llevarían a la ubicación de la segunda tarea de los Tres Magos.

"¿Quién crees que obtendrá el primer lugar hoy?" Preguntó Goyle mientras subía a nuestro barco.

"No sé", me encogí de hombros. "Estoy apoyando a Krum".

"¿Qué pasa con esa chica de Beauxbatons?" Sugirió Crabbe, balanceando el bote de un lado a otro mientras subía.

"Esa es muy buena", sonrió Goyle, riéndose junto con Crabbe.

Puse los ojos en blanco, haciendo una mueca de disgusto, antes de apartar la mirada.

Mis ojos escanearon la orilla mientras nuestro bote remaba mágicamente alejándose de ella.

¿Donde esta ella?

Álora fue dada de alta de la enfermería hace más de una semana. Normalmente, podría verla comiendo con sus amigos de Ravenclaw en el Gran Comedor. Pero esta mañana sólo vi a ese estúpido chico de Goldstein comiendo con las otras chicas.

No es propio de Álora saltarse una comida.

No pude evitar dejar que la preocupación llenara mi mente mientras el barco se acercaba a la ubicación de la tarea de los Tres Magos.

"Malfoy, ¿estás bien?" Preguntó Crabbe, sacándome de mis pensamientos.

"Sí, cállate", comenté, forzando mi expresión a endurecerse mientras miraba hacia el lago.

...

"¡Viktor Krum es el primero en regresar con su rehén!" La voz del anciano resonó en las gradas, provocando que todos estalláramos en vítores.

Me incliné sobre las barandillas, mirando hacia el lago y rezando para no ver el rostro de Potter.

Ese asqueroso idiota. Espero que ni siquiera parezca ser muy franco.

"¡Increíble! ¡Fleur Delacour también ha regresado con su rehén!"

Crabbe y Goyle comenzaron a silbar como lobos a mi lado, lo que me hizo fruncir el ceño con disgusto. Continué mirando por encima del borde, esperando en secreto que Diggory fuera el próximo en salir.

Para mi consternación, fue Potter quien se levantó de la superficie, arrastrando consigo a un Weasley mojado y de aspecto asqueroso.

"¡Harry Potter es el tercer Campeón de los Tres Magos en aparecer!"

Habían pasado los minutos y todavía no había señales de Diggory.

"¿Crees que está bien?" Escuché a la profesora McGonagall hablando con el profesor Dumbledore. "Me preocupa que la poción que le dimos a su rehén desaparezca. Dios mío, Albus, ¿qué pasa si se ahoga-"

"No te preocupes, Minerva", le aseguró el profesor Dumbledore. "Álora estará bien."

Mis oídos se animaron cuando escuché su nombre y mis ojos se abrieron como platos. Mi mente se quedó en blanco y lo único en lo que podía concentrarme era en ella. Ni siquiera me molesté en fingir que no había estado escuchando su conversación.

"¿Álora?" Grité, volteándome para mirar a los dos profesores que estaban atónitos por mi repentino arrebato. "¡¿Ella es la rehén de Diggory?!"

La Profesora McGonagall asintió febrilmente, retrocediendo unos pasos mientras yo avanzaba hacia ellos, "Por qué sí, Malfoy. ¿E-Hay algún problema?"