Muffliato 𝑫.𝑴. -Traducción.

28- SENSUAL.

ALORA LIN.

El viento bramaba en la distancia, susurrando entre las hojas de otoño cuando salí por las puertas principales del castillo.

Ya era finales de septiembre y me dirigía al campo de Quidditch para ver las pruebas del equipo de Quidditch de Ravenclaw. Como Anthony era el capitán de Quidditch este año, quería salir a apoyarlo.

Bajando a trompicones la colina que conducía al estadio, no había llegado muy lejos cuando una voz resonó en el terreno: "¡Hola, Alora!"

Me di vuelta y vi a Harry agitar frenéticamente su mano hacia mí. Una pequeña sonrisa apareció en mi rostro mientras caminaba hacia él y su amigo Ron, quien parecía estar a punto de vomitar.

"¿Está todo bien?" Pregunté, mirando a Ron.

Harry suspiró, "Ron está un poco nervioso por las pruebas de Quidditch. ¿Le dirás que todo estará bien?"

"Bueno, la última vez que estuve en una escoba, caí quince metros y terminé en la enfermería durante dos días-"

Los ojos de Ron se abrieron y se dirigieron hacia los míos. Su labio inferior tembló mientras su rostro se ponía rojo brillante, "¡¿Qué?!"

"¡Pero ahora estoy bien!" Me reí nerviosamente, dándole palmaditas en el hombro. "Lo que quiero decir es que probablemente tengas mucha más experiencia con una escoba que yo, así que estarás bien".

"Eso depende. ¿De quién es la escoba que estamos hablando?"

Me di vuelta, sintiendo que mi corazón se desplomaba hasta la boca del estómago mientras Draco subía la colina con sus matones de Slytherin siguiéndolo.

"Déjanos en paz, Malfoy", escupió Harry, caminando frente a mí para evitar que Draco se acercara más.

"Cálmate, Potter. No morderé", se burló Draco antes de girarse para mirarme. "A menos que tú quieras".

Mi corazón dio un vuelco, pensando en esa noche en la bañera del baño perfecto cuando Draco me había dicho esas palabras exactas.

"Ya basta, Malfoy," Ron puso los ojos en blanco.

Draco se burló, cruzando los brazos frente a su pecho, "No me hablaría así si fuera tú, Diez puntos menos para Gryffindor por la estupidez de Weasley".

"¿Qué?" Harry jadeó. "¡No tienes el poder para hacer eso!"

"Soy un prefecto, por supuesto que puedo", se burló Draco, entrecerrando los ojos hacia Harry. "Otros diez puntos menos para Gryffindor por la ignorancia de Potter."

"¡Sí, y otros diez puntos de Ravenclaw por la fealdad de Lin!" Crabbe intentó intervenir.

"Cállate, Crabbe. Soy el prefecto, no tú", Draco hizo una mueca, mirando por encima del hombro.

"Vamos", habló Harry, lanzando una última mirada a Draco antes de envolver sus dedos alrededor de mi muñeca y arrastrarme lejos.

Noté que los músculos de la mandíbula de Draco se tensaban y sus puños se apretaban mientras sus ojos se dirigían hacia donde Harry sostenía mis muñecas.

Si sentía algún tipo de celos, los disimulaba rápidamente alzando burlonamente las cejas hacia mí y curvando sus labios en una horrible mueca de desprecio. Me burlé, rompiendo el contacto visual mientras seguía a Harry y Ron hasta el estadio.

"Ignora al imbécil", hablé mientras los tres caminábamos. "Simplemente le gusta proyectar sus inseguridades en otras personas".

"Sí, tienes razón", se burló Ron.