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-Estoy bien

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-Estoy bien...-Dijo la chica

-Me da igual

-Entonces vamos a...

-Vamos a comer-Dijo cortando sus palabras, mientras seguía recorriendo los pasillos abandonados de ese centro comercial abandonado

Megumi prácticamente la estaba obligando a comer, ya que quería que la chica no tuviese ataques de ansiedad o algún mareo.

Por lo visto antes de separarse había hablado con Choso

Sobre sus ataques de ansiedad

No del embarazo

Y el comer era importante, junto con descansar.

Megumi estaba sentado en el asiento del conductor, comiendo también, estaban bajo un puente a la sombra, ya que el día no era precisamente fresquito, ella estaba sentada en el asiento del copiloto, mirando algunos pájaros que pasaban, viendo como la maleza se mueve suavemente.

Ninguno decía nada.

Sabía que Megumi estaba enfadado, porque ella constantemente quería evitar estar cerca de él por su seguridad.

¡Lo hacía por su bien!

Y ella quería llorar...

No quería sentir esta sensación de incomodidad.

-Megumi...-El otro hizo un sonido dando a entender que la había escuchado
-¿Estás enfadado?

-No

-¿Seguro?

-Sí

-Lo hago por tu bien

-Estaremos bien

-No puedes decir eso tan a la ligera-El chico volvió a quedarse en silencio.

Mierda...

La había vuelto a cargar

-Megumi

-Vamos a estar bien...

-Te quiero...-Puedes ver como el otro se sonroja y tensa levemente

-Yo también te quiero...

Y sus miradas se volvieron a encontrar no hicieron falta palabras, dejaron sus comidas de lado, comenzando a besarse, de manera lenta y cariñosa. Itadori se desliza de su asiento al regazo del azabache.

No tardaron en buscar más contacto físico, más roce, más besos, caricias más todo, como si la vida se les fuera en eso, la erecta polla del chico pedía a gritos atención y ella no tardo mucho en echarse un poco para atrás y desabrochar ágilmente su cinturón, para después meter su mano dentro, acariciando por encima de su ropa interior haciendo que al contrario jadeara, echando la cabeza hacia atrás y soltando un profundo suspiro.

La novia de Megumi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora