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~Nadie cree en el amor a primera vista, hasta que se ve reflejado en los ojos correctos~
Sus ojos se comenzaron a abrir lentamente, sintiendo un pequeño mareo y después, miró el lugar, dándose cuenta de que estaba atada de brazos y pies.
-¿Cuál de los dos eres ahora?-Escuchó una voz y se obligó a sí misma a buscar de dónde provenía.
Para su suerte no tarda mucho en ubicar al hombre enfrente de ella, el cual estaba sentado en una sillas de madera con los brazos apoyados en el respaldo de esta y una sonrisa dibujada en sus labios.
-¿Eh?...-El dolor en sus sienes volvió a punzar y cerró los ojos con fuerza durante unos segundos.
-Satoru Gojo. Soy el profesor de los alumnos de primer año en la secundaria Jujutsu.
-Jujutsu....Tú...¿¡Dónde están mis amigos!? ¿¡Fushiguro!? ¿¡Por qué estoy atada!?
-No sé si deberías estar preocupada por otras personas ahora mismo, está en proceso tu ejecución secreta
-¿¡Qué!?
Fushiguro estaba sorprendido aquella chica tenía una maldición de alto Rango dentro de su cuerpo....Y lo primero que hizo fue decir que deberían ir a un hospital para que atendieran sus heridas.
Itadori no era consciente de lo que había hecho.
De lo que le esperaba.
-Vaya situación la que tenemos aquí-Hablo una nueva voz
-Eh...¿qué...-No pudo decir nada más ya que sus ojos se cerraron y fue agarrada por el recién llegado.
¿En qué se había metido?
-Si él despierta y ella no puede ser poseída es porque tiene un gran potencial como recipiente. Bien una pregunta ¿Qué debo hacer con ella?
-Incluso si tiene potencial como recipiente, ella debería ser ejecutada bajo la regulaciones Jujutsu...-Miro a la chica en los brazos de Satoru-Pero...¡Yo no quiero dejarla morir!
-¡Es una opinión!-Su voz se escuchaba divertida.
-Sí. Es una opinión personal, por favor haga algo al respecto.
-¡Déjamelo a mí!
-Dios...Esto parece una mala comedia- Dijo Itadori
-Una ejecución es una ejecución, pero nosotros suspenderemos la sentencia
-¿Cómo suspender la asistencia?
-Este-Saco uno de los dedos de Sukuna-Es el mismo objeto maldito que te comiste, hay unos 20 en total y nosotros tenemos seis en nuestra posición.
-¿20? Oh, incluyendo brazos y piernas.
-Nop, Sukuna tiene cuatro brazos.
-Tú no puedes destruirlos, así de poderosas son las maldiciones y con cada día que pasa se vuelve más fuertes. Nosotros no tenemos a nadie ahora mismo que pueda sellar a uno apropiadamente, si tú mueres la maldición dentro de ti morirá también.
