𝟏𝟖°: Taekwondo.

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Era una noche oscura y silenciosa, y nos encontramos a Juliana, que estaba llendo a su casa con una pequena bolsa de medicamentos para su padre, quien estaba enfermo. Juli estaba llendo sola y la farmacia dónde fue era relativamente lejos y se fue caminando. Juliana en un momento se paró a ver su celular porque tenía un mensaje de audio de su padre que le estaba preguntando que cuando más se tardaría porque se sentía peor. Juliana le dijo por mensaje que no tardaría mucho, que iba llegando a la cuadra. En ese mismo momento que decidió mandar el mensaje dejo de caminar para responder el mismo. Terminando de escribirlo escucho un “¡Ch-ch!” ella levantó su cabeza y se encontró al frente de sus ojos una pistola junto con un chico encapuchado el cual no se podía ver el rostro. Juliana como primera impresión se quedó quieta, todo fue tan rápido y repentino que tardo un poco en entender la situación. Hasta que el hombre le ordenó.

—¡Dame todo lo que tengas en la mano!

Juliana obviamente no siguió la orden del tipo, de hecho, retrocedió con una sonrisa en su cara. En ese momento se había acordado que era sintieron negro en Taekwondo, ¿el problema? Que estaba media oxidada de tanto tiempo de no hacer ejercicio. Ella tenía planeado pegarle una patada lateral a la espalda.

(Esa ↑ :'>)

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Pero como dije antes, estaba un poco oxidada. Pero eso no le impedía el impulso de hacerlo. El hombre al ver que la mujer que estaba amenazado con un arma de fuego no respondía a su mandado, cargo el arma y la volvió a amenazar.

Juliana no hizo nada de caso al mismo y levanto un poco de la parte superior del yean que traía puesto y en lo que lleva un segundo, hizo la patada planeada justo en la cara. Fue tan fuerte el golpe, que el hombre cayó al piso, para después pegarse en la cabeza y quedar inconsciente. No obstante, un milisegundo antes el mismo hombre intento pegarle un tiro, pero no pudo darle en el cuerpo. Está misma le rozó por una parte de su ropa pero no le causó daños graves a Juliana. Después de eso Juliana se encargó de que el hombre se quede inconsciente por un buen rato para que ella pueda llamar a la policía, lo hizo y a los 5 minutos ya habían llegado junto con una ambulancia por el estado inconsciente del hombre, después se lo llevaron. A todo esto Juliana tuvo que apurar consideradamente su paso, tenía que correr, ya que tenía que llevarle los medicamentos a su padre, quien estaba cada vez en peor estado de salud.

Cuando ya estaba en su casa, Juliana llegó agitada y apurada a su casa y entro rapidamente, esperando que su padre esté bien y que no le haya pasado nada preocupante. Cuando entró a su cuarto en dónde afortunadamente estaba bien, solo le dolía la cabeza y la había apurado para no estar solo. Juliana estaba con la respiración agitada y su padre al notarlo, se preocupo, más por su hija que por el. Pero Juliana le dijo que no le pasaba nada y le dió los remedios para después irse a descansar a su cuarto. Antes de irse le pregunto algo a su padre:

—Pa, ¿no necesitas nada más?

El padre que estaba acostado es su cama, se sentó en la misma.

—Un vaso con agua, por favor, hijita mía.— le pidió el padre de Juli.

Juliana se fue a la cocina, saco un vaso, le hecho agua y se fue para el cuarto de su padre para dárselo. Cuando se lo dió se retiró del cuarto para por fin, descansar de un intento de robo y una maratón. Rato después se durmió, sin embargo, 3 horas después se despertó repentinamente por un mal sueño, ella había soñado con cuarto y un pasillo que tenían un estado muy deteriorado y en momentos se podía ver una silueta humanoide, esta no mostraba casi ningún rasgo humano, era muy alto de 3 m., también era totalmente negro. Juli se despertó e intento quedarse nuevamente dormida cerrando los ojos, pero no lo pudo hacer, estuvo aproximadamente una hora intentando dormir hasta que optó ir a caminar un poco. Sabía que era peligroso, más que todo por lo que le había pasado más temprano esa noche. Pero no le tomó importancia, corroboro que su padre estuviese dormido y se fue.

Las calles estaban muy calladas, de vez en cuando pasaban autos y casi nunca pasaban personas, algo raro, ya que era fin de semana, pero a Juli no le importó mucho y siguió caminando. Ella trataba de no irse muy lejos de su casa por si pasaba una emergencia con respecto a su padre. Todo su caminó estuvo normal, hasta que, se encontró a alguien. Ella estaba caminando con la cabeza agachada cuando escucho unos pasos, ella por curiosidad alzó la misma para ver quién era, y tardo un poco en ver quien era, pero cuando le tomo forma se sorprendió, era ¿Alex? Si, era el, ¿que estaba habiendo en plena madrugada caminando lo más normal? Ni la más remota idea. Traía puesto un remera negra sin mangas, un pantalón de yean, su pelo recogido y unas zapatillas deportivas. El no la reconoció, asi que no le dió importancia el hecho de su existencia y siguió caminando con la cabeza agachada. Este también llevaba uno guantes blancos que se estaba quitando y guardando, que por la luz no podía reconocer de que color era, pero si estaba segura de que vio aunque sea, una mancha en uno de ellos.

Juliana al reconocerlo decidió saludarlo.

—¡Hola, Alex!

Alex, al sentir que alguien le habló alzó la cabeza rapidamente y miro atento a Juliana, a quien tardo en identificar. Al hacerlo le devolvió el mismo saludo.

—Hola, Juli —se empezó a acercar a ella—, ¿que haces en la calle a estas horas? —preguntó intrigado, el estar a estas horas era extraño, le parecía... Sospechoso.

Juliana por un momento lo miro en silencio.

—Ah, bueno, estoy acá porque me costaba dormir y decidí irme a caminar— sonrió—, ¿y tú?

Alex tardo unos segundos en contestar la pregunta de Juli.

—Ah, por lo mismo— suspiro—. Me agarró un insomnio hace rato, que hasta dude de mi existencia tratando dormir. —rió. 

Juliana empezó a reírse de él, se le notaba un poco, se le notaban unas ojeras. Ambos conversaron y rieron un rato hasta que se empezaron a ir juntos a sus casas. Mientras iban reían y conversaban hasta que llegaron a la casa de Juli y Alex se fue a su departamento. Ambos llegaron a su destino y se durmieron al rato de que se acostaron en su cama, esta vez sin interrupciones.

     Próximamente: Capítulo 19.

Un amor heroicamente malo// [Bl]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora