𝟏𝟕°: sesión.

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Era una mañana tranqui junto con Eric, quien estaba levantándose a la fuerza de su cama, y no para ir a la universidad, sino para simplemente levantarse, ese día no tenían clases así que ese tenía planeado hacer nada. Solo comer, dormir, volver a comer y dormir. Pero principalmente tenía planeado dormir, ya que avisaron sobre la hora que estos no tendrían clases y después se fue a dormir otra vez.

Ya levantado se fue a la cocina, donde estaba Marta desayunando lo más tranquila. Cuando vio a Eric asomándose se sorprendió.

—Hijo, ¿que te paso en la cara? —le pregunto— Tenés unas ojeras que por poco te llegan al piso —le exclamó sorprendida— ¿Hasta que hora te quedaste despierto?

Eric se quedó unos segundos procesando lo que le había dicho su madre.

—Hasta las 4 de la madrugada —dijo con una voz desganada.

Carmen al escuchar lo que había dicho Eric se sobresalto y se ahogo con el café que estaba tomando.

—¿Por qué tan tarde? ¿Que estuviste haciendo toda la noche? —preguntó intrigada.

Eric suspiro profundamente.

—Tenia que hacer una tarea súper mega hiper importante y me acordé tarde… y era MUY Extensa y para hoy… Pero faltó la profesora.

Carmen suspiro, agachó la cabeza y la levando en dirección a Eric.

—Eric, el año pasado no te pasaba eso ¿Que te está pasando últimamente? Me preocupas. —dijo angustiada Carmen.

—No sé, ma —suspiró—. De hecho estoy considerando ir a una psicóloga para que me ayude. —afirmó.

—¿Por qué, hijo?

—Porque últimamente me he estado estresando mucho, por eso que dijiste recién y porque me he estado sintiendo más cansado de lo normal, ma. —dijo Eric con una voz apagada.

El se dió cuenta de su cambio de pasar de un año al otro, el año anterior fue más tranquilo, en el que estaba en este momento era mucho más exigente, todo era practica y practica, casi nunca escribían la parte teórica. El sabía que era porque a penas faltaban 2 años para terminar la carrera, pero se estaba volviendo muy estresante, y no solo para el.

—Está bien, hijo. Con tal de que te ayude. —le respondió Marta a Eric después de unos segundos de pensarlo.

Mucho más tarde ese día nos encontramos a Eric durmiendo profundamente, ya que más temprano ese día el tuvo su primera experiencia en una persecución con un villano de verdad junto a casi todo el grupo, ya que solo se le llamo a los que “les servían” y esta primera vez del segundo año de la universidad. Y esta vez, le tocó a Eric entre otros chicos. Eric en esa misión hizo un poco de todo, corrió, uso su poder de electricidad y fuego, se lastimo una parte de las costillas, etc. Hizo tantas cosas en un solo día, en un solo momento que terminó devastado al terminar con eso. Durmió por horas, más de 12 horas, de 8:00 p.m. a 11:30 a.m. y no le ayudaba que ese día en la noche había dormido cómo cinco horas. Durmió tanto que su madre llegó a sospechar que se había desvivido de tanto haber hecho y que se le había parado el corazón, pero no, el se despertó casi a las 12 del mediodía ya muy descansado, tanto, que aún tenía ganas de dormir.

Se fue a la cocina como todos los días, hasta que la vió Mirta, ella casi no tuvo reacción alguna, pero por dentro estaba más que aliviada.

Al rato de pusieron a conversar, Marta le hacía unas preguntas a Eric de cómo le había ido en la misión del día anterior y Eric respondía sincero. Su conversación duro relativamente mucho. Eran más las preguntas de Mirta que las respuestas de Eric.

Un amor heroicamente malo// [Bl]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora