Mi Chico Ideal [✔]

CAPÍTULO 13: AMOR A ESCONDIDAS

Parecía que la tarde había transcurrido en un pestañeo, no se había ni percatado de cuánto tiempo había pasado. Tal vez era porque disfrutaban demasiado esos momentos junto a ellos que todo iba mucho más rápido.

—Ven a vernos más seguido, nos alegra tenerte con nosotros—dijo Mikoto dándole un cálido abrazo a Hinata.

Era tan raro, pero en los brazos de esa amable mujer se sentía tan segura. Toda ella le alertaba que no podía querer de esa manera a la familia de su novio falso, ya que cuando llegara la despedida no solo sufriría por la pérdida de Sasuke, sino también la de su familia. Pero le era imposible no amarlos, así su corazón se partiera en pedazos quería atesorar cada uno de esos momentos que pasaba junto a ellos.

Con suavidad se separó de Mikoto y miró a la familia Uchiha logrando que una ola de culpa la inundara. Ninguno sabía que en verdad los estaban engañando ya que su relación con Sasuke no era más que una invención, pero sí que era sincera con el cariño que le profesaba a cada uno de ellos. Por eso, aunque sonara egoísta quería ser algo sincera, que así fuera solo una parte supieran como se sentía en verdad.

—Muchas gracias por la invitación Mikoto-san, le tomaré la palabra—dijo con timidez y algo indecisa prosiguió. —La verdad es que soy muy feliz cuando estoy con todos ustedes, la calidez que irradian me hace sentir a gusto—finalizó con las mejillas sonrosas y una sonrisa.

Las palabras de la chica tomaron por sorpresa a Sasuke, que sintió como su corazón comenzaba a latir con fuerza, Hinata se veía tan linda. Pero no era el único afectado por lo que ella había dicho, tanto Fugaku como Itachi pensaron internamente en lo tierna que se veía la chica y unas enormes ganas de pellizcarle los mofletes se apoderó de ambos.

Antes de que cualquiera de los dos fuera consciente de sus acciones ya tenían presionando una de las mejillas de la chica.

Hinata pestañeó un par de veces mientras sus cachetes eran retenidos por la familia de su novio falso. Por su parte Mikoto no pudo evitar reír por lo que su esposo e hijo estaban haciendo, aunque no les podía reñir ya que ella muchas veces también quería apapachar entera a la chica por lo adorable que era, lo comprendía perfectamente.

Si Hinata estaba sorprendida con el actuar de ellos dos Sasuke no se quedaba atrás, se había quedado estático frente a la acción de su progenitor y hermano mayor. Pero es que le resultaba inverosímil, conocía muy bien el carácter de ambos y no eran impulsivos, aquello era sorprendente.

—¿Fugakun-shan, Itachi-shan? —dijo Hinata mientras sus mejillas aún estaban estiradas y los miraba sin comprender.

Las palabras de la chica consiguieron que el cortocircuito en el cerebro de Sasuke se solucionara y por fin volviera a tener el control de su cuerpo. En un rápido movimiento apartó ambas manos de los mofletes de su novia falsa mientras la ponía detrás de él y los miraba de manera acusadora.

—No se tomen esas confianzas con Hinata—dijo con un tono más posesivo de lo que esperaba.

Ambos entendían el enfado de Sasuke, tal vez su comportamiento hacia la chica había sido el más correcto, pero es que se veía tan tierna que no habían podido evitarlo. Fugaku sentía por primera vez lo que era tener una hija mientras que Itachi disfrutaba de mimar a su hermana menor. Todo era nuevo y extraño para todos, tal vez no habían pasado tanto tiempo juntos, pero si lo suficiente como para volverse significativo.

Tener a Hinata con ellos de alguna manera hacía que su familia feliz se volviera aún más alegre y completa. Casi era como si el lugar de la chica fuera allí y aunque sabían que se estaban adelantando demasiado a todo no podían evitar sentir cariño por ella.