Cuando Hinata llegó a su casa se sintió más cansada que nunca, ya lo había pensado antes, pero visitar la casa de los Uchiha solo hacía que su cariño hacia cada uno de los miembros de la familia aumentara y su situación ya de por si complicada solo se pusiera peor.
Se removió en su cama y avergonzada recordó los momentos vividos en la residencia Uchiha.
Cuando llegaron a la casa del chico el hombro de Sasuke se encontraba muy empapado a causa de la lluvia, mientras que ella no tenía ni una solo gota de agua, haciéndola sentir culpable.
—Lo siento—dijo arrepentida, pero para sorpresa de la chica en vez de soltar sus habituales monosílabos le dio un pequeño toque en la frente.
—Si no fuera por tu paraguas estaría empapado de verdad—dijo como si nada.
Mikoto, que estaba en el umbral del pasillo soltó un suspiro lleno de emoción. Al principio había estado bastante escéptica con todo el tema de la novia de Sasuke, conocía a su hijo y le dificultaba creer que salía con alguien. Pero apenas conoció a Hinata todas sus dudas desaparecieron, estaba segura qué no existía otra persona para estar con su pequeño.
Atrás de la mujer Fugaku también observaba todo, él a diferencia de su esposa no era el tema de una novia lo que más le había preocupado en primera estancia, ya que a él no le importaba esos temas, si salía o no con alguien era cosa suya, fuera chica o chico. Pero que su hijo mantuviera una relación con la hija de su enemigo jurado; no le sentó muy bien.
Claro que solo hizo falta una reunión con la chica para darse cuenta de lo diferente que era de Hiashi, incluso a veces le costaba creer que ese pequeño ser de luz hubiera nacido de un malnacido como lo era el patriarca de los Hyuga.
Pero lo que más le gustaba de la chica era su capacidad para que su hijo menor sonriera. Porque incluso el propio Sasuke tal vez no lo había notado, pero su habitual aura de amargura se suavizaba cuando la chica estaba presente.
—Son tan lindos—dijo Mikoto logrando sonrojar a ambos. —Iré por una toalla, esperen aquí—dijo la mujer divertida.
Cuando la matriarca de los Uchiha volvió trajo dos toallas. Le tendió una a Sasuke y la otra se la dio a Hinata. Que, aunque estaba muy seca por su pelo sí que habían llegado algunas gotas de lluvia a causa del viento.
Sin preguntar la mujer empezó a secar la melena de la chica.
Hinata sentía arder su cara más que nunca. Sabía que posiblemente lo que estaba empezando a sentir por Sasuke y su familia solo complicaría las cosas, pero ahora solo quería disfrutar del momento. Las cálidas manos de Mikoto la llevaban a su pasado, cuando su madre aún vivía.
Una vez estuvieron listos Fugaku se fue a la sala y Sasuke al baño, aunque se había secado prefería darse un baño para no pescar ningún resfriado.
Por otra parte, Mikoto arrastró a Hinata a la cocina, ya lo había pensado la otra vez, pero por como hablaba con Hinata acerca de sus secretos culinarios estaba convencida que la chica tenía muy buena sazón.
—¿Te parece bien si cocinamos juntas? —preguntó haciendo que Hinata asintiera al instante.
Nuevamente Hinata sentía una pisca de envidia por la familia de Sasuke, no podía evitarlo Mikoto desprendía el mismo calor que su difunta madre y sin poder evitarlo no hacía más que querer cada vez más a la mujer. De alguna manera y sin quererlo le hacía sentir que de nuevo tenía a su madre a su lado, la calidez que irradiaba aquella magnifica mujer la hacía sentir demasiado segura y comenzaba a temer que después que ella y Sasuke rompieran esos momentos desaparecerían.
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Mi Chico Ideal [✔]
FanficEllas solo quería lo mejor para Hinata, así que harían que su amor secreto se hiciera realidad. No importaba si se trataba de Uchiha Sasuke, ellas harían que ese amor ideal se volviera verdadero. ¿El problema? Que Hinata jamás había dicho que él er...