Fang y Buster eran dos amigos que compartían una conexión especial, una conexión que iba más allá de la amistad. Se habían conocido hace años y desde entonces habían forjado una relación sólida y llena de cariño.
Sin embargo, había algo que les preocupaba profundamente. Fang estaba enfermo, padecía una enfermedad mortal y su tiempo se agotaba rápidamente. A pesar de que Buster siempre había sido el pilar de apoyo de Fang, en esta ocasión no había nada que pudiera hacer para salvarlo.
Fang, consciente de su destino inminente, decidió alejarse de Buster por miedo a causarle más dolor. Pero Buster no estaba dispuesto a dejarlo solo en esos momentos tan difíciles.
Una tarde, después de haber reflexionado profundamente sobre su amor por Fang y la necesidad de estar a su lado hasta el final, Buster decidió visitarlo sin importar las consecuencias. Llegó a la puerta de la casa de Fang y, sin dudarlo, entró.
Fang estaba debilitado, pero al ver a Buster entrar por la puerta, su rostro se iluminó con una mezcla de sorpresa y alegría. Buster tomó asiento junto a él y, en ese momento, supieron que el tiempo que les quedaba juntos era precioso y debían aprovecharlo al máximo.
Pasaron días y noches conversando, riendo y compartiendo sus sueños e historias. Aunque Fang se encontraba debilitado, los momentos que pasaban juntos le daban fuerzas y alivio. Su amor mutuo era un bálsamo para el alma.
A medida que el tiempo pasaba, las fuerzas de Fang se desvanecían y su salud empeoraba. Pero a pesar de esto, Buster nunca dejó de estar a su lado, brindándole apoyo y amor incondicional.
Un día, mientras estaban sentados en el jardín, disfrutando del cálido sol de la tarde, Fang miró a los ojos a Buster y le susurró: "Gracias por nunca apartarte de mi lado. Aunque sé que mi tiempo aquí es limitado, saber que me amas me ha dado la fuerza para enfrentar esta enfermedad con valentía".
Buster, con lágrimas en los ojos, le respondió: "Mi amor por ti es eterno, Fang. Te prometo que siempre tendrás un lugar en mi corazón. No importa cuánto tiempo nos quede juntos, estaré a tu lado hasta el último suspiro".
Y así, con las manos entrelazadas y el amor fluyendo entre ellos, Fang y Buster siguieron enfrentando juntos los desafíos que les deparaba la enfermedad. Aunque el final era inevitable, su amor les brindó la fortaleza para sobrevivir en cada momento y recordar siempre lo valiosa que es la presencia del otro.
![](https://img.wattpad.com/cover/353612774-288-k538224.jpg)