Corazón de cristal - Jude Bellingham

Capítulo 2

Sienna

7.25 am

Quedaban 5 minutos para que Thomas se pasara a por mi.

Aún no estaba preparada para lo que iba a hacer.
Me iban a ver en directo. ¿Y si hago algo mal?
Eso no se puede editar pero yo no tengo la culpa, ¿No?

Me he levantado un poco antes de lo pensado para escribir preguntas que puedo hacer y ya se me ocurrirán otras después del partido. Mentiría si digo que no estoy nerviosa.

El sonido del timbre me sacó de mis pensamientos.
Fui a la habitación de Archie. Le di un beso intentando no despertarlo y bajé a despedirme de mis padres.

—Ten cuidado, Sienna — me dijo mi madre — Y abrígate mucho —

—Sí, mamá — le dije y después le di un beso en la mejilla para terminar de despedirme de ella.

Hice lo mismo con mi padre y me fui.
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8.00 am

En el aeropuerto intente buscar a Trent pero no había llegado todavía. Se suponía que tenían que estar todos aquí pero no había ni rastro de él. Me acerqué a una pequeña cafetería que había en el aeropuerto y me pedí un café para no caerme al suelo del sueño. En cuanto me lo acabé volví junto a Thomas.

—¡Sienna! — el grito de Alice hizo que me diera la vuelta.

La rubia corrió hacia mí y me abrazó.

—Pensé que no vendrías — Dijo y es justo lo que yo esperaba hacer.

—Si ya, he tenido que venir por trabajo — le dije y esta me miro bastante confundida.

—¿Trabajo? — preguntó — ¿Qué trabajo? — y volvió a preguntar.

—Periodista — dije dedicándole una media sonrisa.

—¿Periodista? — Alice se echo a reír como si no hubiera un mañana — Pero si te quedan 3 años de carrera todavia—  dijo entre carjadas.

Iba a decir algo pero los brazos que acababan de rodear mi cuello hizo que cerrara mi boca de nuevo.

—¿De qué os reís? — preguntó Trent con curiosidad para después posar un beso en mi mejilla.

—Sienna, que va a entrevistar a Bellingham — ¿Bellingham?,¿Quién es ese?

Jamás me interesó el fútbol. Y por supuesto no sabía nada de él. Si que había ido a muchos por los partidos de Trent con el Liverpool, pero aún no sabía diferenciar una falta de un penalti.

No tenía ni idea de quien era ese tal Bellingham, pero no era muy amigo de Trent por que este se puso totalmente serio al escuchar ese nombre.

—¿Quién es... — no puede terminar la frase porque Trent me interrumpió.

—No creo — Dijo serio y tan seguro como si fuera él el que maneja su vida.

—¿Por qué? — pregunté y me miro como si hubiera dicho algo súper loco.

—Jude nunca acepta entrevistas — ¿Jude? ¿Ese era su nombre? Pues será mejor que me vaya aprendiendo el nombre por si acaso — Y tú, enana, no vas a ser la excepción —

—¿Por qué? — Pregunté de nuevo.

—¿Por qué no acepta las entrevistas o por qué tu no vas a ser la excepción? — Pregunto dudando de cuál de las dos preguntas me refería.