Te Doy Mí Apellido-Daphne Greengrass, y tú.

La chica perfecta. Daphne Greengrass

(BxG)

Sólo era un niño...

Seht Black

—¿En serio esa chica te gusta primo?—me preguntó Draco con una sonrisa, mirándome incrédulo.

—Sí—respondí—¿no te parece demasiado hermosa?—dije y él pareció pensarlo un poco antes de hablar.

—Lo es pero...—hizo una pequeña mueca—tiene dos años más que tu, yo jamás saldría con una chica mayor.

—¿Eso que importa?—pregunté confundido y no esperé a que él me respondiera— La quiero demasiado y ya.—me crucé de brazos acostado en mi cama y miré el techo con determinación.

—Apenas la has visto dos veces, Seth. No tiene mucho que se mudó—me reclamó sentándose en la orilla de mi enorme cama.

Su comentario me enfado y lo miré mal—¿Vas a apoyarme o sólo a criticar mi manera de ser? Me gusta que sea mayor y la quiero aunque sólo la haya visto pocas veces, no me importa lo que los demás digan.

Draco retrocedió,—Esta bien, perdón. Cada quien sus gustos y claro que te ayudaré.

Suspiré—¿Qué puedo hacer?—pregunté mirándolo.

—Deberías invitarla a la fiesta de Navidad.—dijo encogiéndose de hombros.

—Si—dije desviando la mirada, pensativa.—tal vez lo haga cuando mi padre y yo vayamos a con sus papás, ahí fue cuando la conocí, en esa reunión de trabajo.

En ese momento la puerta de mi habitación fue abierta.

—¿De que hablan chicos?—preguntó Pansy Parkinson sonriendo.

Rápidamente trate de hablar—De nad...

Draco me interrumpió,—De la chica que se acaba de mudar porque le gusta a Seth y del plan para acercarse a ella.—dijo y bajé la vista algo penoso, estando consciente de lo que la chica en la habitación sentía por mi, me lo había confesado hace unos días.

"Me gustas, Seth. Desde hace tiempo". Algo nervioso di pasos atrás intentando salir del armario al que ella me había arrastrado, "Dame espacio Pansy, por favor" y salí de allí como Merlín me ayudó, pensé en lo tormentoso que serían los siguientes días y en cómo la evitaría.

—¿Eso es verdad, Seth?—su voz me regresó de mis pensamientos y alcé la mirada, viendo su expresión que no disimulo nada su sorpresa y disgusto.

No supe que responder y ella lo notó, haciendo una mueca cuando trató de sonreír—Espero que te vaya bien con ella—apretó los labios y rápidamente se dio la vuelta para salir de un portazo.

Draco me volteó a ver con su ceño fruncido—¿Qué le pasa?

Alcé mis hombros fingiendo no saber—No lo sé—me levanté de mi cama recogiendo un par de mis calzoncillos que estaban tirados en el piso—mejor ayúdame a limpiar mi habitación, es un desastre.

Escuché la puerta detrás de mi y cuando voteé el traidor de Draco ya no estaba. Bufé volviendo a lo mío, tratando de distraer mis pensamientos.

....

Mi padre Sirius y yo cruzamos la entrada de la mansión Greengrass al porche, allí nos detuvimos y él llamó a la puerta. Mi corazón latió desesperado con sólo pensar en ella, Sirius me miró con una sonrisa cálida, pero la bajó un poco al ver mi rostro pálido. No le había dicho que la hija de sus socios me gustaba, por eso me vio un poco confundido pero antes de que pudiera preguntarme algo la puerta frente a nosotros se abrió.