El enmascarado [Dreamnotfound]

19

George seca sus lágrimas y da un largo respiro.

—Vamos.

Ambos salen del baño y justo se encuentra con su entrenador desesperado.

—¿¡Dónde estabas!? —le grita alterado— ¡Te he estado buscando un buen rato! ¡Ya es tu turno, y si no llegas allá van a descalificar sin ni siquiera intentarlo!

—Lo siento, yo...

—¡No hay tiempo de explicaciones!

El entrenador arrastra a George consigo, dejando a Dream atrás.

—¡Suerte! —lo anima desde lejos, esperando que George lo haya escuchado.

Su oponente ya está en la pista. Es ligeramente más alto que él, pero no tanto como Dream. No pudo ver su rostro por llegar tarde, pero confía en que no es una competencia muy difícil.

Apenas empieza el duelo y ha perdido el primer punto sin siquiera darse cuenta. El movimiento había sido tan rápido que hasta los jueces se quedan sorprendidos, y que si no fueran por las máquinas, nadie hubiera contado el punto.

Puede haber sido un golpe de suerte de su oponente, por lo que no deja que el miedo lo invada, hasta que lo hace una segunda vez dejándolo helado.

—¿Quién es él? —escucha decir a alguien en la multitud.

—Algunos lo llaman Flash por la velocidad de sus movimientos. Es tan rápido que es casi imperceptible al ojo humano. Corren los rumores que no es humano.

George escucha atentamente aquella conversación. Había escuchado sobre él como una leyenda antigua que le había contado su anterior entrenador, nunca creyó que alguien así de verdad existiera.

Comienza a dejarlo ganar apropósito para tener el tiempo de ver cada uno de sus movimientos hasta que se percata que siempre toca en sus piernas, así que lo único que debía hacer era cubrirlas.

Van 0 - 6. Muchos ya dan a George por perdido, pero en la esgrima nunca se daba por vencido hasta que el duelo acabara; siempre había la oportunidad de remontar.

Antes de que su oponente logré obtener un punto más, George lo detiene. Su espada chocan con la de su adversario que llega a un punto donde empiezan a doblarse. Ambos aplican toda su fuerza con tal de no perder.

George aplicando la misma fuerza tuerce su mano ligeramente, haciendo que la punta de su espada toque el brazo de su oponente.

Sonríe bajo la máscara al ver que el marcador a cambiado. No todo estaba perdido.

—¡Eso, George, demuéstrale quién es el más capo! —le grita Dream desde la multitud y Sapnap lo codea.

George se siente más seguro ahora, pero toda su seguridad desaparece cuando nuevamente su oponente consigue otro punto sin que él pueda notarlo.

—Va a perder —murmura Sapnap.

Conoce muy bien a George como para saber que su estado de ánimo afectaba a su forma de jugar. Cualquier pequeña falla, cualquier signo de indefensa lo desanimaba hasta tal punto de no ser capaz de ganar. Al igual que cualquier signo de satisfacción o superioridad podía apoderarse de sí y volverse un dios de la esgrima.

—Es muy pronto para determinar eso, Sapnap.

—Solo míralo. Aquel único punto que anotó fue prácticamente solo suerte.

George respira agitado bajo la máscara más por el cansancio mental que el físico. Aquel tipo parecía burlarse de él. Tal vez Dream tenía razón, él no era nada más que alguien mediocre en la esgrima que solo había obtenido fama por su relación.

¿Dónde había quedado el George que ganaba a cual sea que fuera su adversario?

El duelo acaba dejándolo en un 1 - 15. George tira la careta contra el suelo con todas sus fuerzas y se deja caer de rodillas, mientras golpea su cabeza repetidas veces contra el piso.

Su oponente voltea a verlo y extiende su mano para ayudarlo a levantarse, a lo que George solo levanta su rostro.

—Buen juego —le dice el chico sacándose la careta.

—¿¡¿CALLAHAN!?! —grita George indignado.

—Lo siento por ganar.

—¡Oh, por favor, vete a la mierda!

George se levanta por su cuenta y pasa al lado de Callahan empujándolo con su hombro.

No podía creer que había perdido contra él. En su último duelo juntos en su academia, Callahan ni siquiera era tan bueno como Sapnap. ¿Cómo es que había logrado mejorar tanto en tan poco tiempo? ¿O acaso él había descendido su nivel?

Dream corre tras él junto a Sapnap y lo detienen antes de que cometa una locura.

—¿Estás bien? —le pregunta Dream, a pesar de conocer perfectamente la respuesta.

—¿¡Te parece que estoy bien!? ¡Claro que no estoy bien! ¡Ahora resulta que en lo único en lo que era bueno no sirvo para nada!

Dream lo sujeta entre sus brazos antes de que George vuelva a caer al piso.

—No sirvo para nada —George empieza a sollozar en su pecho—. Soy inútil. ¿Por qué querrías a alguien así? ¿Por qué me amarías?

—Te lo dije una vez como el enmascarado y ahora te lo diré como Dream, a mí no me importa si eres bueno o malo en la esgrima, todo tu valor es por lo que eres como persona y no tus logros. ¿O acaso crees que el George obsesionado con la esgrima que simplemente pensaba en sí mismo es mejor que el George tierno y amable de ahora?

—¿De qué me sirve ser amable si no sirvo para nada?

—Para que el mundo pueda conservar un poco de humanidad en este mundo lleno de gente insensible y narcisista.

—Dream, tiene razón. Además, perder un duelo no significa que seas malo en esgrima.

—Perdí dos, Sapnap. Ya ni siquiera me van a aceptar en el club. Es inútil pensar que tengo esperanzas en esto. Mi carrera como esgrimista acabo hoy.

—No digas eso —dice Dream con falsa pena, mientras una sonrisa aparece en su rostro—. Nosotros debemos ser la mejor pareja de esgrimista. No puedes dejar la esgrima.

—No, lo mejor será que tú sigas. Tú si tienes futuro.

—Está bien, amor. Lo haré por ti.

Sapnap solo niega con su cabeza y se aleja de la pareja. No quiere ser un mal amigo con George, pero tampoco quiere fallarle a Dream.