El enmascarado [Dreamnotfound]

2

El duelo apenas empieza y el enmascarado ya ha conseguido un punto a su favor. George se queda igual de sorprendido que la primera vez que lo vio. Aquel chico sí que tenía agilidad y rapidez, además era mucho más alto, eso le daba mucha ventana. Pero había algo que el enmascarado no tenía y George sí, técnica.

George rápidamente consigue un punto, quedando empates.

Es un duelo muy parejo. Casi todos están grabando aquel momento casi histórico de una antigua leyenda y una leyenda que estaba naciendo.

Hay un silencio completo donde solo se escucha el roce de las espadas y los pasos de ambos.

George consigue tomar ventaja y van 7 - 5. Se siente confiado, porque sabe que a partir de ahí solo tiene que subir y subir y aquella medalla de oro sería suya.

Tal vez se confío demasiado, porque el enmascarado no tarda en igualarlo.

¿Quién era ese tipo? ¿De verdad alguien podía ser tan bueno en tan poco tiempo? Probablemente tenía experiencia previa o era alguien que se había retirado y había decidido regresar con esa identidad oculta. No había más explicaciones.

El enmascarado lleva una gran ventaja. Solo le faltaban dos puntos para ganar, mientras que a George aún le faltaban cinco. Este último empieza a perder la paciencia. Su orgullo se vería dañado si perdiera por tanta diferencia, o tan solo por el mismo hecho de perder.

No sabe ni como lo hace, pero ambos llegan a estar 14 - 14. Aquel era el punto definitivo. El esgrima al ser un deporte de iguales condiciones, no tenía la regla de tener dos puntos de ventaja para ganar como la mayoría de deportes.

La tensión se siente en el ambiente. George siente que todo va lentamente. Incluso puede ver perfectamente como la espada de el enmascarado se mueve. Analiza cada uno de sus movimientos y más que atacar, intenta defenderse.

Le molesta ver esa sonrisa dibujada, era como si de alguna forma se burlara de él.

En un intento de defenderse, George pierde el equilibrio y cae de espalda contra el suelo. Cierra los ojos sabiendo que es el fin y que va a perder, pero no siente el toque. Abre los ojos. Ve al enmascarado parado frente a él y estirando su mano para ayudarlo a levantarse.

George finge que va a tomar su mano, pero es más rápido y lo toca con la punta de su espada llevándose el último punto.

Al contrario de lo que pensaba, nadie celebra sino que todos siguen callados.

George se saca el casco y ve que todos lo miran con odio. Incluso su entrenador parece decepcionado.

Al final del día, igualmente gana la medalla de oro. Aunque las entrevistas y la atención de todos se lo lleva el enmascarado.

—No merecías ganar —le dijo su entrenador.

—¿De qué hablas? Claro que lo merecía. Soy mejor que todos aquí.

—Él iba a ganar. Se pudo aprovechar de tu desventaja, pero quiso ganar justamente y simplemente lo traicionaste.

—Aquí no importa quién es más justo, solo quién gana.

—¿De verdad te sientes bien ganando de manera injusta?

—Me siento bien ganando. Eso es todo.

George se dirige a los baños para cambiarse. Se sentía bien por haber ganado, pero muy dentro de él sabía lo mediocre que era. Ganar injustamente no lo hacía el mejor de todos allí, porque al final del día el verdadero ganador había sido el enmascarado. Solo que no quiere admitirlo.

Tiene un dolor en su pecho que hace que la culpa de incremente. Ya no era el mejor, había muchas personas mejores y el enmascarado ahora era una de ellas. Era mucho mejor en varios aspectos. Si George hubiera empezado a aprender el deporte a la misma vez que él, seguramente no tendría ni la mitad del nivel que tiene.

En esos momentos solo se pregunta, ¿quién es el enmascarado?

En ese momento lo ve entrar al baño. George voltea la cabeza tan rápido como si estuviera poseído por algún demonio, al parecer el tipo nota sus intenciones porque empieza a correr fuera de los baños. George lo sigue tan rápido como puede.

El tipo dobla por un pasillo y George lo sigue. Por un momento cree que lo ha perdido, pero lo vuelve a ver corriendo. Logra alcanzarlo y lo atrapa entre sus brazos. No puede evitar sonreír de satisfacción.

Al fin las respuestas a todas sus preguntas serían resueltas.

—¡George! ¿¡Qué estás haciendo!? —le grita su entrenador desde lejos.

—¡Descubriendo la verdad!

George tira el tipo al suelo con facilidad y se sienta sobre su espalda para que no escape.

—¡Atención a todos! ¿Quieren saber quién es el enmascarado?

Todas las cámaras lo apuntan y una mancha de gente se une alrededor de ellos.

—¡George, estás loco! ¡Deja al chico en paz!

—¿Por qué? ¿No tienes curiosidad?

George lo toma del casco. El tipo trata de escapar, pero es demasiado tarde porque George ya le quitó el casco.

No hay palabra que describa su estado. No podía creerlo de ninguna forma. Era imposible que el enmascarado fuera...

—¿¡CALLAHAN!?